Un sismo de magnitud 6,9 sacudió el lunes la zona centro-sur de Chile, provocando la oscilación de los edificios en la capital y alarma en la población.
La Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) dijo que hasta el momento no se han registrado daños a personas, servicios básicos o infraestructura debido al sismo.
En Estados Unidos, el Servicio Geológico (USGS por sus siglas en inglés) emitió un reporte preliminar indicando que la magnitud del sismo fue de 7,1.
El movimiento telúrico disparó alarmas preventivas de tsunami en el puerto de Valparaíso y remeció los edificios en Santiago y sus alrededores, donde viven siete de los 17 millones de chilenos.
El epicentro se situó en el mar, a 38 kilómetros al oeste de Valparaíso, a 10 kilómetros de profundidad. Se registró a las 18.40 horas (21.40 GMT) y fue seguido de múltiples réplicas menores.
No se ha informado de heridos ni daños de momento.
Imágenes de televisión mostraban algunas piscinas cuyas aguas se habían rebalsado a causa del movimiento telúrico y algunas mercancías que caían en un supermercado. Asimismo, se informó que algunas comunas de la V Región, cercanas a Valparaíso, quedaron sin energía eléctrica.
En Valparaíso y sus alrededores se sintieron temblores desde el sábado al atardecer, con magnitudes cercanas a 6,0, provocando inquietud.
La ONEMI canceló la alerta de tsunami 12 minutos después de haberla emitido, lo que no evitó que centenares de personas alcanzaran a trasladarse a zonas altas.
El movimiento se sintió fuerte en el centro del país, en cinco de las 15 regiones chilenas.
Chile es un país acostumbrado a los temblores y terremotos. El último fuerte se registró en febrero de 2010 con una magnitud de 8,8, seguido por un enorme tsunami que en conjunto mató a 526 personas. Entre 2014 y 2016 se han sucedido tres terremotos consecutivos con magnitudes cercanas a 8,0 y con unos 15 muertos.
Chile se ubica al borde de la placa geológica sudamericana y el terremoto se produce cuando la placa de Nazca penetra bajo ésta, en ocasiones varios metros.