La cúpula de la Iglesia Católica de Chile dijo el jueves que sus obispos se reunirán la próxima semana con el Papa Francisco para buscar una “profunda renovación” y reparar en lo posible el daño causado por los casos de abuso sexual que involucran a miembros del clero.
La Agencia Católica de informaciones, ACI Prensa, estimó la fecha del encuentro para la próxima semana.
A pocos días del crucial encuentro, la Conferencia Episcopal declaró que se suma al “dolor y vergüenza” expresado hace un mes por el Papa frente a los delitos cometidos contra menores y adultos en “ambientes eclesiales” en Chile.
En su declaración, los obispos manifestaron su esperanza de poder tener un “diálogo abierto” en el “discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile”.
En el episcopado no descartan que el Papa remueva a obispos y otros miembros de la Iglesia vinculados con casos de abusos sexuales a menores, lo que podría ir en la línea del Vaticano, que explora formas para acelerar el manejo de acusaciones de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
El cónclave de Francisco con los obispos es la última fase de una serie de medidas y reuniones adoptadas tras una visita que realizó el Papa al país en enero y que fue opacada por el supuesto encubrimiento de un obispo de los abusos sexuales cometidos por un sacerdote contra menores.
En un intento por esclarecer el caso, el arzobispo Charles Scicluna visitó Chile en febrero -enviado por el Papa- para informarse sobre las denuncias contra el obispo de Osorno, Juan Barros, señalado de ocultar abusos perpetrados por su mentor, el sacerdote Fernando Karadima.
Posteriormente, el religioso argentino recibió en el Vaticano a tres chilenos abusados sexualmente por Karadima cuando eran niños para escuchar sus testimonios y sugerencias que eviten la repetición de estos casos.
“Valoramos el reciente encuentro del Santo Padre con tres de las víctimas de Fernando Karadima. La actitud del Papa Francisco al acogerlos marca un ejemplo y nos muestra el camino que la Iglesia chilena está llamada a seguir”, dijo la declaración del Episcopado.
Pero las víctimas de Karadima fueron más enfáticas tras la reunión que sostuvieron con el Papa, al asegurar que si el jefe de la Iglesia Católica no adopta profundas medidas, todas estas “señales” de acercamiento con las víctimas serán “letra muerta”.