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Dos chefs endulzan a los diabéticos


En Sin Azúcar, una confitería uruguaya, los diabéticos se pueden dar el gusto de comer tortas de chocolate y otras delicias.

Torta de chocolate, cheesecake, lemon pie, flan, pasteles, budines y merengues. Dulces tentaciones que, normalmente, están fuera del alcance de los diabéticos. Pero en Sin Azúcar, una confitería ubicada en Montevideo, Uruguay, los diabéticos se pueden dar el gusto.

Inaugurada en 2003 por los chefs Adrián Minvielle e Ignacio Tórtora, esta confitería ofrece una variedad de postres que no contienen azúcar. Los chefs tampoco utilizan manteca ni crema doble, y sustituyen la harina de trigo por harina de gluten, integral o de avena.

El resultado: postres sanos e igual de ricos, aptos no sólo para diabéticos sino para toda persona que quiera cuidar su salud. Y en una lista elaborada por los chefs, los clientes pueden consultar los valores nutricionales de cada producto –carbohidratos, proteínas, grasas y calorías-.

Sin Azúcar fue la primera confitería para diabéticos en Uruguay. Un emprendimiento arriesgado –“eran tiempos de crisis y éramos muy jóvenes”-, recordó Ignacio. Pero necesario. En el mercado, no había muchas opciones de dulces para diabéticos. Y Adrián e Ignacio vieron ese nicho al salir del Instituto Técnico del Uruguay.

Les llevó unos seis meses experimentar las recetas que hoy usan. También pidieron recomendaciones a nutricionistas, médicos y diabéticos. Y buscaron ingredientes que sustituyeran el azúcar, la manteca, la harina y la crema doble, bastiones de la pastelería. Además de los dulces, comenzaron a elaborar desde hace un tiempo productos salados como lasagnas.

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Los chefs compartieron algunos de sus secretos culinarios con voanoticias.com. El azúcar, por ejemplo, es sustituido por edulcorantes, y el más recomendado por los nutricionistas es la sucralosa (SPLENDA).

En vez de manteca, utilizan aceite de arroz en pequeñas cantidades, o recurren a los jugos de fruta y a la leche descremada.

Las harinas integrales, de gluten o de avena son buenas porque tienen más proteínas y menos carbohidratos. Y las fibras sirven para enlentecer la digestión.

“Nuestro objetivo era que los postres emularan y tuvieran las características de un postre tradicional”, dijo Ignacio.

Sin azúcar, pero igual de sabrosos.

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