Hasta hace poco sólo se hablaba en Venezuela del cáncer que padecía el presidente y de las incertidumbres políticas originadas por su enfermedad, pero cuando restan menos de tres semanas para las elecciones, la imagen que busca dar Hugo Chávez al país es la de un hombre sano y lleno de energía listo a derrotar en las urnas a su joven y vigoroso rival, Henrique Capriles.
La avalancha de informaciones sobre la deteriorada salud del presidente y sus prolongados tratamientos de quimio y radioterapia en La Habana ha sido reemplazada por otra que apunta en sentido contrario, y Chávez lo mismo aparece ahora cantando en público música rap que es presentado por la propaganda electoral oficialista como un imbatible campeón.
A los 58 años de edad, el haber sufrido de cáncer, aunque su expediente médico sea mantenido como secreto de Estado, no le favorece frente a un candidato de la oposición mucho más joven (40 años), saludable, apuesto, que lleva meses recorriendo a pie y en campaña los barrios de más de 200 poblados del país. De modo que Chávez se está esforzando al máximo en rejuvenecer su imagen.
Mientras Capriles lleva a cabo una maratónica gira por toda la nación y según expertos políticos le lleva a Chávez la delantera en el voto de las mujeres, el presidente por obvias razones de salud ha limitado mayormente su campaña a actos en sitios cerrados o en el propio palacio de gobierno tratando de convencer a los venezolanos que luego de 13 años en el poder no hay nada que le impida detentarlo muchos más.
En uno de esos actos, el pasado 9 de septiembre en Charallave, estado de Miranda, gritó a cientos de sus partidarios: "¿Quién es el candidato del pueblo? ¡Chávez¡ ¿Quién es el candidato del futuro? ¡Chávez! "¡Los que quieran patria vengan conmigo!". Fue en ese discurso en el que amenazó con una guerra civil y dijo que a los sectores ricos les convenía votar por su reelección.
Simpatizantes de Chávez alegan que las múltiples poses en que se le pinta en los murales callejeros, hasta haciendo piruetas, no tienen el propósito de rejuvenecerlo sino de mostrar la “fuerza” que tiene el presidente, aunque pueda presumirse que los comicios van a ser muy reñidos.
Algunos sondeos llegan a dar ventaja a Chávez de hasta 15 puntos porcentuales sobre Capriles, mientras que otros confieren al candidato opositor un pequeño margen de ventaja sobre el gobernante. Una de esas encuestas, hecha en la primera quincena de agosto por Consultores 21, concedió a Capriles una intención de voto del 47,7 por ciento, y a Chávez 45,9 por ciento.
La avalancha de informaciones sobre la deteriorada salud del presidente y sus prolongados tratamientos de quimio y radioterapia en La Habana ha sido reemplazada por otra que apunta en sentido contrario, y Chávez lo mismo aparece ahora cantando en público música rap que es presentado por la propaganda electoral oficialista como un imbatible campeón.
A los 58 años de edad, el haber sufrido de cáncer, aunque su expediente médico sea mantenido como secreto de Estado, no le favorece frente a un candidato de la oposición mucho más joven (40 años), saludable, apuesto, que lleva meses recorriendo a pie y en campaña los barrios de más de 200 poblados del país. De modo que Chávez se está esforzando al máximo en rejuvenecer su imagen.
Mientras Capriles lleva a cabo una maratónica gira por toda la nación y según expertos políticos le lleva a Chávez la delantera en el voto de las mujeres, el presidente por obvias razones de salud ha limitado mayormente su campaña a actos en sitios cerrados o en el propio palacio de gobierno tratando de convencer a los venezolanos que luego de 13 años en el poder no hay nada que le impida detentarlo muchos más.
En uno de esos actos, el pasado 9 de septiembre en Charallave, estado de Miranda, gritó a cientos de sus partidarios: "¿Quién es el candidato del pueblo? ¡Chávez¡ ¿Quién es el candidato del futuro? ¡Chávez! "¡Los que quieran patria vengan conmigo!". Fue en ese discurso en el que amenazó con una guerra civil y dijo que a los sectores ricos les convenía votar por su reelección.
Simpatizantes de Chávez alegan que las múltiples poses en que se le pinta en los murales callejeros, hasta haciendo piruetas, no tienen el propósito de rejuvenecerlo sino de mostrar la “fuerza” que tiene el presidente, aunque pueda presumirse que los comicios van a ser muy reñidos.
Algunos sondeos llegan a dar ventaja a Chávez de hasta 15 puntos porcentuales sobre Capriles, mientras que otros confieren al candidato opositor un pequeño margen de ventaja sobre el gobernante. Una de esas encuestas, hecha en la primera quincena de agosto por Consultores 21, concedió a Capriles una intención de voto del 47,7 por ciento, y a Chávez 45,9 por ciento.