El ex astro de Two and a Half Men, Charlie Sheen, comenzó su día en una corte de Los Angeles para continuar su juicio por la tutela de sus hijos y lo terminó en Washington, D.C., donde tenía programada una presentación de teatro.
En medio quedó su audiencia en Santa Mónica como parte de la demanda por $100 millones de dólares contra sus antiguos jefes, en la que sus abogados pidieron un juicio público.
Sheen busca obtener la custodia de los mellizos que tuvo con Brooke Mueller. El divorcio de Sheen y Mueller se formalizará a comienzos de mayo.
Sheen llegó a la corte con un traje negro, lentes y una corbata anaranjada. Una de sus novias, a quien él llama "diosas", lo acompañó a la corte y se sentó en un banco a las afueras de la sala de audiencias.
El actor no reveló el resultado de la audiencia, pues el juez ordenó que se mantuviera en confidencialidad. Mueller salió de la sala sonriente y abrazó a su abogado, pero tampoco dio otros detalles.
Por la noche Sheen cumplió con su presentación en Washington en donde presentó el espectáculo de su gira "My Violent Torpedo of Truth — Defeat is Not an Option", sobre las historias de su vida como uno de los actores más pagados de Hollywood.
La estrella de la serie Two and a Half Man dijo durante su presentación en vivo que regresará al programa, que según reportes le paga $1,8 millones de dólares por episodio, pero Warner niega que se haya discutido su retorno.
Por lo pronto, sus abogados esperan ganar en el caso contra Warner Bros. y Lorre.