La Aeronáutica Civil de Colombia confirmó el hallazgo de las dos cajas negras del avión que llevaba a los jugadores de futbol del equipo Chapecoense de Brasil, una pieza clave para dar con la razón del accidente.
Algunos indicios dan cuenta que la falta de combustible podría ser la causa del siniestro, pero aún no hay un parte oficial sobre ello.
Dos factores incidieron en el accidente. El Primero la decisión de la tripulación de no cargar combustible en Bogotá, como debió haber sucedido en caso de no tener que aprovisionarse de gasolina.
Y la segunda, una alarma de seguridad de otro avión, justo cuando el vuelo del Chapecoense se aproximaba al aeropuerto José María Córdova de Rionegro.
Estos dos puntos habrían jugado de manera fatal en el accidente que conmueve al mundo.
Aunque las conclusiones de la investigación de la Aeronáutica Civil aún están en camino, hay varias pruebas de que la falta de combustible fue determinante.
En primer lugar, las características del accidente, pues no hubo explosión al momento del impacto con tierra. Los restos de la nave quedaron destruidos por el impacto, pero no se registró incendio.
El segundo factor fue el desvío hacia Rionegro de un avión de Viva Colombia que salió de Bogotá hacia San Andrés.
Ese vuelo, el FC8170, salió del aeropuerto El Dorado a las 8:27 p. m. del lunes, y una "indicación en cabina -dice el comunicado de la aerolínea colombiana- causó que el capitán de la aeronave, como medida preventiva, tomara la decisión de aterrizar en Rionegro".
Viva Colombia señaló que el avión nunca se declaró en emergencia y que la tripulación se ciñó a las indicaciones de la torre de control.
Casi una hora después, sobre las 9:30 p. m., al menos cuatro vuelos coincidieron en los cielos de Medellín.
Siguiendo los protocolos, la torre privilegió el aterrizaje del avión de Viva Colombia, el cual había reportado una situación anormal de vuelo.
La instrucción para los otros aviones fue sobrevolar la zona y el vuelo chárter –que hasta ese momento no había reportado emergencia– fue asignado a sobrevolar por encima de los 21.000 pies, lo que indicaba a su vez que una vez aterrizara la aeronave de Viva Colombia no tendría el primer turno para buscar pista, sino el tercero o cuarto.
Minutos después, el piloto del vuelo del Chapecoense se comunicó con la torre y pidió prioridad porque se estaba quedando sin combustible.
La torre le dio luz verde de inmediato y empezó el descenso hacia Rionegro cuando reportó una falla total eléctrica.