El factor más importante en cuanto al crecimiento y el progreso social en los tres países conocidos como el Triángulo Norte: El Salvador, Guatemala y Honduras, es la resistencia a las reformas contra la corrupción.
Así lo concluye el informe 'Ayuda de EE.UU. al Triángulo Norte 2014-2019: Promoviendo el éxito aprendiendo del pasado', del Programa Latinoamericano del Wilson Center.
El estudio se realiza en medio de la pandemia y tras varios desastres naturales que, según los expertos, han exacerbado problemas previamente existentes en los países centroamericanos y materializado la posibilidad de nuevas olas migratorias como las de 2014 y 2019.
"El principal factor que impide el crecimiento y el progreso social en el Triángulo Norte es la resistencia a la reforma por parte de un conjunto pequeño de actores, poderosos en las esferas políticas, económicas y en la delincuencia organizada, con un profundo interés en que se mantenga el status quo,” advirtió Eric Olson, director de política de la Fundación Internacional de Seattle.
“Esto hace que la gobernanza sea realmente el área de trabajo más importante para cualquier donante que esté tratando de mejorar las condiciones en el Triángulo Norte'', agregó.
México, por ejemplo, es uno de los países que destina fondos al Triángulo Norte para combatir la inmigración irregular. Estos fondos proceden de programas que el gobierno mexicano había suspendido debido al impacto de la pandemia, informó la cancillería.
De acuerdo con el informe, el apoyo político por parte de EE.UU. es crucial ya que este país cuenta con las herramientas necesarias para establecer agendas políticas y “neutralizar a los que participen en iniciativas corruptas''.
"Igualmente importante es que existen actores en el Triángulo Norte que sí tienen la voluntad política y la capacidad,” explicó Ricardo Zúñiga, director interino del Instituto de Brasil. “El papel de la comunidad internacional puede ser más útil proporcionando apoyo, incluso apoyo físico, para aquellos que realmente están arriesgando sus vidas para mejorar las condiciones".
En cuanto a la seguridad, los expertos concluyeron que las labores deben estar centradas en la comunidad y que un enfoque únicamente en las fuerzas del orden público no es suficiente.
"La ayuda proveniente de EE.UU. sufre un déficit de cooperación y coordinación en todos los niveles incluyendo los propios organismos de EE.UU.'', agregó la consultora independiente Kelly Josh.
Mientras tanto, Kristen Sample del Instituto Nacional Demócrata, señaló que la supervisión es fundamental.
“Es importante para estos proyectos, que realmente están llegando a estos desafíos centrales, llevar a cabo una supervisión muy cuidadosa, incluyendo de los medios sociales para asegurarse de que hayan estrategias proactivas y protecciones para los individuos que están poniendo sus vidas en riesgo por estos esfuerzos,” dijo Sample.
“[Deben] tener fuertes estrategias de comunicación incluyendo una respuesta rápida y muy proactiva para contrarrestar la desinformación” concluyó.