Tras la publicación del diario The New York Times sobre supuestos vínculos del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, con la recepción de una alfombra con dinero ilícito, el portavoz del Ministerio Público dijo que el extitular de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) nunca lo reportó.
Según el periódico estadounidense, la información fue proporcionada por el exjefe de la FECI Juan Francisco Sandoval, quien fue destituido en Guatemala y actualmente se encuentra en Estados Unidos.
“El fiscal Rafael Curruchiche, actual encargado de la FECI, solicitó informe a todas las agencias de la FECI mediante el cual se estableció que no existe ningún registro de investigación respecto al tema”, aseguró el portavoz Juan Luis Pantaleón.
Para el analista político del Centro de Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) Francisco Quezada, la denuncia, de momento, no tiene validez, pero sí repercusiones para Guatemala a nivel internacional.
“A todo esto que se maneja mediáticamente no le damos el beneficio de la duda hasta que no se valide. Lamentablemente, el prestigio de Guatemala es el que se pone en juego, el prestigio de la mayoría de los guatemaltecos que no están en esa contienda”, dijo el experto.
Agregó que “la mala fama incide en que Guatemala no pueda ser un centro atractivo de inversiones”.
Para Quezada, creer en el debido proceso y en la presunción de inocencia es un valor que no solo está en la Constitución Política de la República, también en los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Cristhians Castillo, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (IPNUSAC), considera que en este momento Guatemala se enfrenta a la compleja situación de saber cuánta realidad tienen las pruebas y los señalamientos que se dieron fuera del país.
También señaló que es importante que este medio ahora aporte los indicios racionales para que internamente en el país se siga un debido proceso, que debe comenzar con el retiro de antejuicio del presidente Alejandro Giammattei.
Sin embargo, asegura que el problema más serio es la pérdida de credibilidad en la presidencia que deriva en la poca capacidad de gobernabilidad y una “gobernanza muy caótica”.
“Estas investigaciones periodísticas pueden tener indicios racionales de conductas delictivas, pero al no seguirse los procedimientos del sistema judicial guatemalteco, lo que se busca es generar un desgaste político de la figura”, indicó Castillo.
Además, dijo que es lamentable, porque sería el tercer presidente “al hilo” que es enfrentado a este tipo de señalamientos, lo cual reduce la credibilidad en la función de la presidencia de la república, que es la más alta representación política del Estado de Guatemala.
“Los desgastes a la institucionalidad de la presidencia son cada vez más difíciles de contrarrestar y eso ha llevado a que haya una sistemática pérdida de credibilidad en la autoridad pública”.
Reiteró que es fundamental que haya un abordaje serio, que se siga un proceso de investigación objetivo, bien fundamentado y que sea dentro de los marcos del orden constitucional de derecho guatemalteco, porque de lo contrario “estaríamos ante una investigación periodística importante que queda como un titular y que al final tampoco contribuyen a la averiguación de la verdad”.
Por su parte la presidencia de Guatemala emitió un comunicado en el que aseguró que desconoce la legalidad y autenticidad de los documentos, declaraciones e informes que el medio estadounidense dice tener en su poder.
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