El poder electoral de Nicaragua canceló en menos de 24 horas la personería jurídica a dos partidos políticos, poniendo en grave riesgo la credibilidad de las elecciones. Esto a tan solo seis meses que se realicen las elecciones que han generado una gran expectativa en la comunidad internacional, por suponer que darían una salida pacífica a la crisis sociopolítica que vive el país centroamericano desde el año 2018.
Los cancelados son el Partido Conservador (PC), el más antiguo de Nicaragua, fundado en octubre de 1851, y el Partido de Restauración Democrática (PRD), con apenas cuatro años de haber sido constituido.
"Recibimos una notificación donde nos cancelan la personería jurídica por haber anunciado que no íbamos a participar en las elecciones", señaló Alfredo César, presidente del PC, señalado de haber sido colaboracionista con el oficialismo en comicios pasados.
Saturnino Cerrato, un pastor evangélico y líder del PRD también recibió la notificación del poder electoral, en donde se argumenta la cancelación por supuestas violaciones a los estatutos del partido, esto a raíz de una denuncia realizada por unos líderes evangélicos, afines al gobierno.
Tanto César como Cerrato han rechazado los argumentos de los magistrados del poder electoral, quienes fueron electos hace unas semanas, y que fueron cuestionados por la comunidad internacional por su cercanía al presidente Ortega.
Coincidieron que es una medida política para dar ventaja al gobernante Frente Sandinista, que llegó al poder desde el 2006, y que se ha mantenido a través de reformas a la Constitución y “fraudes electorales”.
"El partido va a pelear legalmente, pero no con esperanza de que se revierta la decisión, sino para que haya un sustento a nivel nacional e internacional de la errónea aplicación de la Ley", dijo César a la Voz de América.
El sector privado nicaragüense, aglutinado en el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), emitió un comunicado condenando la medida del gobierno, que considera viola las libertades y derechos políticos establecidos en la Constitución del país.
"Los derechos constitucionales anteriores vienen siendo vulnerados por parte del gobierno con la intención de garantizar el control partidario de los organismos electorales y atribuirse las facultades necesarias para eliminar de la contienda política a los opositores; hechos irrefutables que alertan sobre la inviabilidad de realización de elecciones libres, justas, transparentes, competitivas y observadas en noviembre próximo”, afirma el comunicado del Partido Conservador.
Por su parte el aspirante presidencial del PRD, Miguel Mora, ex reo político y fundador del Canal 100% Noticias, confiscado por las autoridades nicaragüenses, señaló que con la inhibición a dicho partido en este proceso electoral, “el dictador aclaró al pueblo quién es la verdadera oposición”.
“El PRD y la Coalición, hemos dado la buena batalla por Nicaragua y seguiremos luchando por su libertad. Ahora que paguen sus costos políticos. Seguimos con la frente en alto, con resistencia cívica y pacífica”, dijo Mora.
La medida del poder electoral pone en jaque la credibilidad de las elecciones y la participación de la oposición, dividida hasta el momento en dos grandes bloques, la Alianza Ciudadana y Coalición Nacional, esta última inhabilitada de participar, tras haber sido anulada la víspera la personería jurídica del PRD que era el vehículo electoral de la organización.
Analistas han dicho que Ortega “busca competir con candidatos a su medida que no le generen presión, ni sean críticos”.
Rechazo y Ortega se defiende
A raíz de las medidas del tribunal electoral, así como la convocatoria para las elecciones “con reformas poco creíbles” para garantizar un proceso transparente, diversos actores de la comunidad internacional, así como Estados Unidos hicieron un llamado a Ortega a ofrecer una salida pacífica a la crisis.
Julie Chung, subsecretaria interina de Estado, escribió que “con la cancelación arbitraria de la personería jurídica de un partido opositor, el Consejo Electoral de Ortega socava el derecho de los nicaragüenses de elegir a sus líderes y la credibilidad del proceso electoral”.
Un día atrás, Ortega arremetió durante un discurso público contra Estados Unidos y su embajador en Managua, Kevin Sullivan, a quien acusó de supuestamente estar promoviendo un candidato de la oposición.
“Aquí el embajador yanqui anda de arriba para abajo, vendiendo sus candidatos, como si él fuera nicaragüense, él no es nicaragüense, si quiere vender candidatos que los vaya a vender a Estados Unidos, candidatos norteamericanos”, dijo Ortega.
Las elecciones en Nicaragua están previstas a realizarse el próximo 7 de noviembre y se elegirán al presidente, vicepresidente y los diputados de la Asamblea Nacional.
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