A menos de nueve meses de las elecciones generales en Nicaragua, los obispos de la Conferencia Episcopal se unieron al llamado de la ciudadanía que exige al gobierno del presidente Daniel Ortega reformas electorales que garanticen unos comicios libres y transparentes en el país.
En un mensaje por el inicio de la Cuaresma, los obispos reiteraron al gobierno la oportunidad que representan las elecciones para resolver la crisis que afecta a Nicaragua.
Monseñor Carlos Avilés, quien dirige la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua, dijo que las reformas son necesarias para evitar un nuevo “fraude”.
“El llamado es a la paz, es a la no violencia y a todo lo que contribuya al bien común, en este caso la reforma electoral, para que las elecciones puedan ser auténticamente creíbles y transparentes, si no, nos encaminamos nuevamente a otro fraude”.
A través de varios mensajes, los obispos han llamado a la reconciliación, mientras la sociedad continúa profundizando su polarización, animada por las demandas pendientes que fueron elevadas en las protestas ciudadanas de abril de 2018.
Los líderes religiosos exhortaron a que en este año electoral “se supere todo tipo de confrontación, descalificación y acciones que vayan en contra de este ejercicio cívico y democrático”.
El obispo de la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, pidió a los líderes opositores escuchar las demandas de la ciudadanía.
“Que los líderes sociales y políticos en Nicaragua, los que andan de prisa y a la carrera, escuchen el clamor del pueblo de los más pobres, de los campesinos, de los humillados, de los olvidados, de los marginados de los discriminados, de los que son tratados como desecho o descarte de los de la periferia, escuchen el clamor de ese pueblo y que reconozcan con sencillez que no es con bonitas palabras ni con discursos agitados que se gana el corazón de un pueblo”, dijo el prelado.
Desde 2014, la Conferencia Episcopal de Nicaragua ha insistido en la importancia de la renovación de las autoridades del Consejo Supremo Electoral, y así se lo recomendaron a través de un documento al presidente Ortega.
Sin embargo, el gobierno continúa sin dar una respuesta a las recomendaciones de la Iglesia y tampoco a las demandas de la oposición, que exige libertad de todos los presos políticos, respeto absoluto de los derechos humanos, una reforma total del sistema electoral y observación internacional.