El gobierno de Nicaragua presentó el lunes el denominado “Libro Blanco”, donde defiende el manejo que ha hecho de la pandemia de COVID-19 en el país.
Se trata de una “estrategia de equilibrio” entre la pandemia y la economía basada en el hecho de que 40% de la población vive en el campo y el 80% de los trabajadores del área urbana pertenecen al sector informal, donde ganan su sustento diario.
“Estamos defendiendo la recuperación económica de una economía debilitada por el intento de golpe de Estado de abril de 2018, que continúa bajo ataque por campañas de noticias falsas y desinformación, así como ilegales medidas coercitivas”, señala el documento.
El texto añade que Nicaragua está en mejor posición hoy en día, “comparada a los dieciséis años de período neoliberal”, para enfrentar la pandemia, con más infraestructura de salud modernizada (18 nuevos hospitales), con más personal capacitado (36.649 trabajadores de la salud en 2020 comparados a 22.083 en 2006; 6.045 médicos en 2020 comparados a 2.715 en 2006) y con programas emblemáticos y solidarios.
El documento dice que hasta el 19 de mayo Nicaragua reportó 279 casos de COVID 19, de los cuales 63 están activos, mientras 199 pacientes se han recuperado y 17 han fallecido, aunque no especifican el número de muertos por los “casos indeterminados” o el número de pruebas de COVID- 19 que se han realizado.
La primera dama y vicepresidenta, Rosario Murillo, dijo que la publicación se distribuyó a toda la comunidad internacional. “Un libro blanco que se distribuyó al pueblo de Nicaragua y al mundo. Un libro que hemos circulado a todos los medios, embajadas, organismos y también a nuestras embajadas en otros países”.
¿Qué es lo que Nicaragua atribuye a la COVID-19?
El Ministerio de salud de Nicaragua realiza una búsqueda del nexo epidemiológico de las personas con enfermedades respiratorias, para determinar si ha tenido contacto con personas que han viajado a países donde hay pacientes positivos de coronavirus o si han tenido contacto con personas que hayan presentado síntomas de la COVID-19.
“El Ministerio de salud les da seguimiento a los pacientes que presentan síntomas de insuficiencia respiratoria, para poder hacer un diagnóstico si es COVID-19 o es un proceso de desencadenamiento de su padecimiento crónico en el que puede haber sufrido una descompensación por cualquier razón”, explican.
El doctor Álvaro Ramírez, exdirector de epidemiología del Ministerio de Salud, criticó fuertemente el contenido del documento calificándolo como “un grupo de mentiras organizadas, una repetición sin fundamento y explicación científica, un panfleto de propaganda del gobierno y de falsa imagen que hacen algo, pero que verdaderamente no representa un beneficio para la población nicaragüenses".
A la vez que enfatizó la irresponsabilidad de asumir la inmunidad de rebaño al estilo de países desarrollados.
“La decisión de tomar la inmunidad de rebaño al estilo sueco, es infundada y riesgosa para el pueblo nicaragüense porque no se pueden comparar bajo ninguna circunstancia las dos sociedades”, dijo.
Ramírez alude al hecho de que después de semanas de negar la pandemia del coronavirus, en el "Libro Blanco" el gobierno de Ortega reconoce que la pandemia vino para quedarse y se comparan al modelo sueco que es un país desarrollado, mientras Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina.
Para la exministra de salud Dora María Téllez, el "Libro Blanco" es un "fiasco" ya que solo "cortaron y pegaron" toda la "propaganda" que ha hecho el gobierno durante 10 años.
Según Téllez el "Libro Blanco" no responde a las preguntas que cualquier epidemiólogo internacional, la Organización Mundial para la Salud, y la Organización Panamericana de la Salud, se harían con respecto a la situación de la pandemia en Nicaragua.
La Organización Panamericana de la Salud manifiesta en sus reportes que Nicaragua claramente está en la fase de transmisión comunitaria de la pandemia de COVID-19, 68 días después que se confirmara el primer caso de contagio en el país. No obstante, el Ministerio de Salud aún no reconoce abiertamente esta fase y se limita a decir que “se han presentado casos en brotes a través de contactos claramente establecidos”.
En el cuadro informativo sobre casos acumulados de los países que brinda la OPS, actualizado hasta el domingo 24 de mayo, se observa que en los reportes de la organización se responde que el “tipo de transmisión” de Nicaragua es “transmisión comunitaria”.
Esta fase, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), corresponde a cuando los países experimentan brotes más grandes de transmisión local y las autoridades ya no pueden identificar el nexo epidemiológico del paciente.