Al cierre de 2019 en Honduras la tasa de desempleo registró cerca de dos millones de desempleados, aproximadamente el 40% de la fuerza laboral, una situación que según autoridades de la Secretaría del Trabajo, se verá agravada como consecuencia de las medidas restrictivas impuestas para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19.
Representantes del sector microempresarial del país, que constituye cerca del 60 % de la mano de obra en Honduras, expresan profunda preocupación en razón a que el impacto es muy fuerte para su sector, como destaca Victorino Carranza, representante de los microempresarios.
“Antes del COVID-19 estábamos perdiendo 30.000 empleos de los cuales pudimos recuperar en meses como diciembre, enero y febrero, sin embargo, por el COVID-19 el porcentaje de emplear trabajadores es insostenible”, explicó Carranza.
Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, (COHEP) señala que algo esencial para ellos es la protección de los empleos y que además se debe trabajar junto al gobierno para establecer un plan de rescate laboral.
“La economía se ha contraído en un 85%, la primera medición viene desde marzo, donde se trabajó la mitad del mes, abril estuvo paralizado en su totalidad y eso se verá reflejado en los indicadores del banco central esto preocupa ya que el 64 % de la gente es pobre y que tenemos que proteger de alguna manera los empleos y la gente tenga un ingreso”, explica el empresario.
Economistas advierten que por la emergencia del COVID-19 se teme que alrededor de un 2% a 3% de los negocios en Honduras no podrán sobrevivir debido a que se acercan a los 3 meses sin actividades, manteniendo un pasivo laboral sin ninguna rentabilidad, y como consecuencia lógica la mala noticia es que el desempleo aumentará.
Otro de los problemas que afecta a Honduras ha sido el subempleo ya que algunas personas forman parte de la población económicamente activa, sin embargo, no ganan en relación con lo que desarrollan, aclaran las autoridades del Ministerio del Trabajo.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha puesto en marcha un plan de reapertura inteligente en Honduras donde determinados negocios han aplicado medidas de bioseguridad como proyecto piloto donde los comercios como restaurantes atienden vía domicilio o entregas personalizadas en el centro de distribución.
La Organización Internacional del Trabajo señaló en su último informe que los mercados en Latinoamérica atraviesan por mucha incertidumbre debido a la tasa de desocupación en la región, que según el organismo al final del 2019 fue de 8,1%. Ahora ante la situación por el COVID-19, en Honduras se registran más de 120.000 personas suspendidas laboralmente.