“Un aliciente en medio de la pandemia”, así califican los expertos el aumento de las remesas familiares a niveles históricos que superan el millón de dólares por mes en julio, agosto, septiembre y octubre pasados, según registros del Banco de Guatemala.
Octubre fue el mes más alto con más de un 1.132.000 dólares, lo que en quétzales equivale a más de 8,4 millones de dólares.
Para el analista económico Luis San José, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, ASIES, el fenómeno del incremento de remesas es un efecto de la reactivación económica en Estados Unidos, de donde proviene el 95% del dinero.
“Si bien el empleo en Estados Unidos mejoró, acá en Guatemala se vio afectado. Se estima que por lo menos de una familia donde tres personas laboraban, una perdiera sus ingresos”, dijo San José.
Agregó que “eso podría explicar el incremento de las remesas por las personas que pidieron un poco más y se los están enviando mientras se estabilizan aquí en Guatemala”.
Además, resaltó que esos recursos son utilizados principalmente para consumo, como compras de canasta básica, aunque también se invierten en vivienda y negocios, como tiendas y ferreterías.
Una guatemalteca, a quien llamaremos “Carmen”, relató a la Voz de América que la falta de trabajo obligó a su esposo a migrar.
Por tres años vivió en Estados Unidos y con el dinero que envió lograron comprar un terreno y construir su casa.
“Él se fue por tres años, los dos supimos manejar el dinero de las remesas que él mandaba y ahora ya tengo mi casita, y mis hijos ahorita ya están grandecitos. Por amor a su familia él regresó”, dijo la guatemalteca.
Los analistas consideran que la llegada de remesas en este momento de crisis permitirá mantener un consumo activo que ayudará a mitigar los efectos negativos y recuperar la economía, que se ha visto afectada a consecuencia de la pandemia.
