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Cementerio Nacional de Arlington se expande por falta de capacidad


Una mujer visita la tumba de su hijo en el Cementerio Nacional de Arlington el 29 de mayo de 2022.
Una mujer visita la tumba de su hijo en el Cementerio Nacional de Arlington el 29 de mayo de 2022.

La séptima ampliación del venerado cementerio para militares de EEUU añadirá 80.000 nuevos espacios para sepulcros.

El Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, cerca de Washington, donde reciben sepultura soldados y veteranos de Estados Unidos, se está quedando sin espacio y nuevamente está recibiendo una costosa expansión.

Más de 400.000 militares, desde la Guerra Civil (1861-1865) hasta los conflictos de hoy, están enterrados en el cementerio.

Desde 1864, cuando tuvo lugar el primer entierro militar en Arlington, desde donde se observa el Pentágono y Washington DC, el cementerio ha tenido seis expansiones.

La séptima está en curso en la parte sur, a un costo de 420 millones de dólares, una cifra que podría subir.

“La expansión añadirá 80.000 sepulcros de tres formas diferentes. Un tercio serán tumbas tradicionales en la tierra, otro tercio restos cremados inhumados también en tierra y el resto restos cremados sobre tierra”, explicó el coronel Thomas Austin, director de Ingeniería del Cementerio Nacional de Arlington.

Incluso con la expansión, la capacidad llegaría a su tope para la década de 2060.

Con dos millones de miembros de las fuerzas armadas y veteranos, las normas de elegibilidad están en revisión.

Los caídos en acción, los exprisioneros de guerra y los premiados con la Estrella de Plata y galardones superiores estarían entre los pocos elegibles para ser sepultados en tierra.

Arlington, sin embargo, no es la única opción, dice Mark Belinksy, de la Asociación de Oficiales Militares de Estados Unidos.

“La Agencia Nacional de Cementerios está a cargo de 155 cementerios administrados por la Asociación de Veteranos, de modo que podrían continuar administrándolos mientras los militares pasarían sus tropas ceremoniales a cualquier cementerio nacional existente y operativo”, dijo Belinsky.

Entierros ecológicos

También hay otra alternativa reciente: cambiar las prácticas convencionales, señala Edward Bixby un experto en entierros ecológicos.

“No hay que embalsamar a un individuo, así no se introduce ningún tipo de posibles sustancias tóxicas en el cuerpo o en el sistema de agua en el futuro. Se colocarían en algo biodegradable, como una caja de pino o un sudario musulmán. Serían colocados directamente en la tierra sin una bóveda exterior. De ese modo no queda una huella del carbono o de la creación del concreto”.

Directivos del Cementerio Nacional de Arlington dijeron a la Voz de América que la instalación cumple con todas las normas ambientales dentro de sus terrenos y en la construcción.

A pesar de ello, hay una tendencia creciente de encontrar alternativas ecológicas para los entierros convencionales. California, por ejemplo, es el último estado que ha legalizado el llamado “human composting”, convertir los cadáveres en abono.

Los entierros ecológicos, en que los restos cremados se colocan en urnas biodegradables o directamente en la tierra, ya son una alternativa en Arlington, pero la práctica no ha tenido promoción.

“El más reciente entierro (de ese tipo) fue, creo, en 2013. Sin embargo, hay actualmente cuatro restos en la sección 27 un área de entierros ecológicos. Si la demanda se incrementa, hay espacio para más”, dijo Neal Mcintyre, director de Operaciones de Entierros en el Cementerio Nacional de Arlington.

El Departamento de Asuntos de Veteranos ha separado secciones en tres de sus cementerios más nuevos para entierros ecológicos, pero falta la aprobación del Congreso.

“En muchos casos, no existe una marca de un entierro ecológico, donde quiera que esté, y nosotros tenemos un requisito de asegurar que cada sepulcro esté apropiadamente marcado y pueda ser identificado, de modo que estamos trabajando para obtener esas autorizaciones”, explicó Liza Pozzebon, del Departamento de Asuntos de Veteranos.

Es un lugar venerado

Donna DiFelice, hija de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que fue sepultado en Arlington con honores militares en 2016, respalda la ampliación del cementerio para que pueda recibir a otros soldados.

“Esas libertades que damos por sentadas son las que ellos defendieron y se merecen este nivel de cuidado”, dijo a la Voz de América, y recordó la ceremonia con la entrega de la bandera y las 21 salvas.

También considera que el honor a los soldados puede ser ambientalmente correcto, pero ese cambio corresponde a los propios veteranos.

“Mientras más se proponga, más se convertirá en una opción regular”, añadió.

Hasta entonces, unos 30 funerales convencionales tendrán lugar diariamente en el Cementerio Nacional de Arlington.

Las obras de expansión se espera que continúen hasta principios de 2028.

El Cementerio Nacional de Arlington se queda sin espacio
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