Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) revelaron que se han producido menos infecciones graves a partir del brote de la variante ómicron del COVID-19, a pesar de su naturaleza altamente contagiosa.
De acuerdo con un estudio, publicado esta semana por la agencia, la cantidad de pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos entre el 19 de diciembre de 2021 y el 15 de enero de 2022 -período considerado pico de la enfermedad por ómicron en EE. UU.-, fue aproximadamente un 26 % menos que el brote de delta.
Además, el dato representa un 29% más bajo que el aumento de nuevas infecciones por COVID-19 del año pasado durante los meses de invierno.
La investigación también encontró que la estadía promedio en el hospital de los pacientes infectados fue de aproximadamente 5,5 días durante el período de ómicron, en comparación con los 7,6 días durante el aumento de la variante delta y los aproximadamente ocho días durante el aumento invernal del año pasado.
Los investigadores afirman que la menor cantidad de casos graves de COVID-19 durante el aumento de ómicron se deba a varios factores, entre ellos el aumento de las personas inmunizadas con la vacuna y aquellos que también obtuvieron inmunidad de infecciones anteriores.
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