Hasta el momento, el gobierno del presidente Nicolás Maduro es el “gran ganador” del Acuerdo Social firmado en México y de la posterior aprobación de una licencia que permite a Chevron extender sus operaciones en Venezuela, mientras que la oposición pierde, coinciden los analistas políticos.
El gobierno venezolano ha vivido altibajos en medio de la crisis política de los últimos años y, aunque a veces pareció “arrinconado” por la estrategia apoyada por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, los acontecimientos de los últimos meses le han dado impulso para fortalecerse.
A juicio de Enderson Sequera, politólogo y director estratégico de la Consultora Politiks, se fortalece la narrativa del gobierno que en los últimos años ha atribuido la crisis generalizada que vive el país a las sanciones internacionales, a pesar de que diversos sectores, entre ellos actores humanitarios, subrayan que la crisis es anterior.
“¿Por qué pierde la oposición? A mi juicio, porque existe la percepción de que al final estás entregando mucho: la principal arma que tienes que son las sanciones, sigues tragándote todos los sapos y no recibes beneficios. El gran quid pro quo de esta negociación deberían ser sanciones por condiciones electorales”, dijo Sequera.
Para el analista político Víctor Maldonado, el gobierno obtiene el reconocimiento de un sector de la oposición que “decía no reconocerlo”, adquiere acceso a recursos internacionales y consigue “desescalar”, aunque “simbólicamente”, el nivel de sanciones, sin “pagar ningún costo”.
Maldonado, también profesor de la Universidad Monteavila, considera que el discurso de la Plataforma Unitaria “convalida” la narrativa del gobierno que plantea que la crisis sistémica es producto de la “jugada” del interinato y la retención de los recursos.
Al respecto, Gerardo Blyde, jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria de la oposición en los diálogos, dijo esta semana que en los próximos encuentros profundizarán en temas como derechos humanos, presos políticos y condiciones electorales e insistió en la necesidad de atender “lo urgente” para ocuparse después de “lo importante”, lo que no significa que se desprecie ningún tema.
El acuerdo firmado el sábado prevé la creación de un fondo de unos 3.000 millones de dólares para la Atención Social con recursos congelados en el exterior, que será manejado por Naciones Unidas para atender las necesidades más urgentes en Venezuela.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), afirmó que, ante los bloqueos y sanciones, “la única manera” de que los recursos sean aprovechados por el pueblo es a través de la ONU.
“Los proyectos quien va a decidir es el gobierno nacional. Que van a ser ejecutados, administrados, en verdad eso no nos importa, siempre y cuando le llegue a nuestro pueblo. Nosotros no tenemos ningún inconveniente”, dijo el lunes.
Consultado sobre las alternativas de la oposición para presionar al gobierno en la búsqueda de condiciones electorales, Maldonado opina que no cuenta con herramientas de fuerza ni legitimidad.
“Tienen muy poca oportunidad de imponer una agenda. La agenda sigue siendo del régimen y el régimen hará las elecciones con las condiciones que le parezca conveniente. Eso no significa que el régimen no conceda algunas cosas, pero siempre serán simbólicas. Mientras haya presos políticos, inhabilitados políticos y el piso no sea parejo, el régimen juega con ventaja”, dijo a la Voz de América.
Positivo pero insuficiente
Aunque representantes de la sociedad civil mantienen reservas sobre el Acuerdo Social firmado el fin de semana en México, otros actores insisten en darle un enfoque positivo, pero reiteran la necesidad de monitorear los procesos y de estar atentos a los mecanismos de verificación del uso de los fondos.
Rafael Uzcátegui, coordinador de Provea, una de las organizaciones defensoras de derechos fundamentales más antiguas de Venezuela, expuso que, hasta que surjan acuerdos, se amerita “cautela y la generación de un espacio de confianza”.
“Somos unos escépticos esperanzados, en el sentido de que deseamos que eso se pueda mantener en el tiempo y pueda generar consecuencias favorables para la población, no para las elites, pero ya tenemos experiencias previas que nos dicen que es mejor ser cautelosos”, expresó en un evento sobre los retos y amenazas de la sociedad civil en Venezuela.
Feliciano Reyna, miembro de Acción Solidaria, una ONG que brinda atención a pacientes con VIH, resalta la necesidad de que se abran canales para resolver algunos de los problemas más “graves” de la población, aunque admite que el monto no resuelve los problemas “profundos”.
“Esto es un proceso que tiene que tener lugar con el nombramiento de los grupos técnicos y hacerle seguimiento”, dijo.
“En alimentación, acaba de estar el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley. Tenían cerrado el espacio para poder atender más de los 180.000 niños iniciales, no les habían dado más acceso. Dos días antes tuvo reunión con el gobierno, le abrieron el espacio y es el anuncio público del que van a atender a más de un millón, y de eso seguramente forman parte estos recursos”, añadió.
Reyna subraya que el sistema de la ONU tiene la obligación de informar qué se hará con los recursos y de no permitir que ninguno de los actores haga un manejo “opaco” del acuerdo.
El economista y director de la firma Ecoanalitica, Asdrúbal Oliveros, concuerda en que la aprobación de los fondos en México es “un primer paso positivo, pero insuficiente”, pues, según dice, las necesidades de la reconstrucción de Venezuela “son muy superiores”.
Oliveros recuerda que, según diagnósticos llevados a cabo en 2020, se estima que lo “mínimo deseable” son unos 38.000 millones de dólares para abordar, en un primer año, las diferentes necesidades y problemas del país.
“Es un monto mayúsculo que vendría de diferentes fuentes desde organismos multilaterales hasta inversión privada y local. Pero levantarlos implica como primer paso la solución al problema político venezolano”, escribió en Twitter.
“Sin acuerdos políticos duraderos en el tiempo que den piso institucional difícilmente Venezuela pueda entrar en una senda de recuperación sostenida. Ojalá el esfuerzo en México conduzca a esto. De lo contrario, seguiremos estabilizados en el foso”, agregó.
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