Los contagios de dengue en los países de América subieron casi un 50 % en las últimas tres semanas, hasta 5,2 millones de casos en lo que va del año, con más de 1.800 muertes reportadas, dijo este jueves la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que ha declarado una situación de emergencia por la enfermedad.
La transmisión de dengue continúa siendo "muy fuerte" en la región, en especial en Brasil y Argentina, y en otras naciones de Sudamérica donde recién ha empezado a percibirse una baja estacional de las temperaturas, que ha ayudado a estabilizar el ritmo de contagios en las últimas semanas, dijo el director de la OPS, Jarbas Barbosa, en una rueda de prensa.
A fines de marzo, la OPS reportó 3,5 millones de casos y unas 1.000 muertes en América por dengue y señaló que la región podría enfrentarse a su peor temporada de brotes de la historia, debido a la acelerada propagación de la enfermedad transmitida por mosquitos.
Y con el cambio a la temporada estival en el hemisferio norte, ahora la OPS llamó la atención sobre los países afectados por olas de calor que podrían generar una mayor propagación del mosquito vector, en momentos en que los programas de vacunación aún son poco eficientes para contrarrestar los contagios.
"La vacuna no tiene la capacidad de interrumpir los brotes", dijo Barbosa. "Puede tener un rol importante en la disminución de los casos graves, de las muertes, pero va a tomar tiempo hasta que sus efectos puedan reflejarse en la disminución de los casos", añadió.
La vacuna tetravalente, que ayuda a evitar los peores síntomas de cuatro tipos de dengue, aún tiene una producción limitada, dijo el organismo sanitario. Brasil se convirtió a inicios de este año en el primer país del mundo en incluir la vacunación en su red de salud pública.
La OPS citó una estimación emitida hace unas dos semanas que indicaba que se necesitan al menos de ocho a 10 años con una vacunación elevada de la población -de alrededor del 90 %- para que los efectos de la inmunización puedan reflejarse en una disminución de los casos.
"Es una situación promisoria, pero para hoy es posible, con las herramientas que tenemos, reducir la transmisión y evitar muertes", sostuvo Barbosa.
La Organización Mundial de la Salud declaró a fines del año pasado una emergencia global por la propagación del dengue, pero de momento no ha emitido una alerta sanitaria de salud pública mundial, como ocurrió con la enfermedad del virus del Zica en 2016.
Los síntomas del dengue incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, vómitos y dolores musculares y articulares. En algunos casos, la enfermedad puede causar una fiebre hemorrágica más grave, que puede provocar la muerte.
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