El gobierno del presidente Donald Trump está proponiendo aceptar a un máximo de 18.000 refugiados el año próximo, lo que sería el tope más bajo en la historia de Estados Unidos, informó el jueves el Departamento de Estado.
Por el momento, la cifra es solo una propuesta, pero de aprobarse el 2020 sería el tercer año consecutivo de recortes significativos para refugiados bajo el gobierno de Trump.
La decisión final, en la forma de la llamada “determinación presidencial”, se hará en las próximas semanas después de las consultas con el Congreso requeridas, dijo a los reporteros un alto funcionario de la administración en una sesión informativa telefónica por la Casa Blanca el jueves.
En el año fiscal de 2018, el primero completo de la administración Trump, el tope fue de 45.000 refugiados y 22.491 fueron admitidos.
En el año fiscal de 2019, el techo fue de 30.000. Con solo tres días para que cierre este período, Estados Unidos está cerca del límite, con 29.972 refugiados admitidos, según datos del Departamento de Estado.
Antes de la elección de Trump, el techo promedio de refugiados era de un promedio de entre 60.000 a 70.000, desde que la actual versión del programa comenzó en 1980.
En su último año, el presidente Barack Obama puso el techo en 110.000. Trump redujo esa cifra en más de la mitad en 2017, citando procedimientos de seguridad.
La comunidad de reubicación de refugiados pedía un techo de 95.000 en 2020, y condenó de inmediato el anuncio del jueves.
“El anuncio de las admisiones es una señal al mundo de que Estados Unidos ya no es un lugar de bienvenida”, dijo Daryl Grisgraber, de la organización caritativa Oxfam America.
La cifra del techo es uno de tres cambios fundamentales anunciados el jueves al programa de reubicación de refugiados.
Trump también emitió una orden ejecutiva que requerirá que los estados locales “consientan” a aceptar refugiados para reubicación.
Aunque este no es un tema principal, podría permitir a estados como Tennessee, que ha demandado sin éxito al gobierno federal para frenar las ubicaciones, prevenir a las organizaciones humanitarias en el estado que acepten refugiados.
Los críticos al programa de refugiados de Estados Unidos demandan desde hace años no solo una reducción de las admisiones, sino cambios más específicos, como los de la orden ejecutiva sobre cómo se deben organizar las reubicaciones,
Además de todo esto, el Departamento de Estado está creando nuevas categorías para la admisión de refugiados, un procedimiento usado raramente para ciertas necesidades y usualmente para regiones específicas.
Para el año fiscal de 2020, sin embargo, el total incluirá hasta 5.000 refugiados perseguidos por sus creencias religiosas, 4.000 para iraquíes que asistieron a Estados Unidos durante las operaciones en su país, y hasta 1.500 de lo que la Casa Blanca describe como “refugiados legítimos” de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Subsecuentemente, bajo la propuesta, el programa de refugiados de Estados Unidos aceptará a un máximo de 7.500 fuera de estas categorías.