El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, defendió la decisión del presidente Barack Obama de postergar las órdenes ejecutivas sobre inmigración hasta pasadas las elecciones legislativas de noviembre.
Earnest reiteró que el mandatario mantiene su compromiso de adoptar dichas reformas antes de que finalice el año, pero asegura que el presidente no desea ofrecer un remedio temporal al problema, sino que busca una solución definitiva.
“La razón por la que el presidente postergó sus anuncios sobre acciones ejecutivas es específicamente porque quiere asegurarse de que la solución que ofrezca va ser tanto sostenible como duradera”, dijo Earnest.
Pero esa solución “duradera” que mencionó el portavoz de la Casa Blanca, solo podría llegar con un acuerdo entre demócratas y republicanos en el Congreso. Una posibilidad, por el momento, muy lejana.
El anuncio generó críticas de inmediato de partidarios de la reforma que consideraron el aplazamiento como una traición a los indocumentados en Estados Unidos, y acusaron al mandatario de priorizar la campaña política.
Algunos demócratas en estados fuertemente disputados han expresado su temor a una decisión migratoria que ponga en riesgo las posibilidades de ser reelegidos en noviembre.
Los republicanos también sostienen que se trata de una maniobra política para no perder votos durante las próximas elecciones.
El mismo líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo no creer en la excusa del presidente estadounidense, aunque aclaró que no está bien “hacer a un lado al Congreso con órdenes ejecutivas” en problemas tan complejos como la migración ilegal.
A principios del año el mandatario se comprometió a tomar medidas que ofrecieran un estatus a las personas indocumentadas en EE.UU., antes de que terminara el verano.