El presidente de Estados Unidos, Barck Obama pidió este lunes a los gobernadores del país reunidos en Washington presionar a los legisladores para que eviten los recortes indiscriminados y automáticos que entrarían en vigor el próximo viernes si es que demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo en cómo detenerlos.
"Mientras están aquí, espero que hablen con sus congresistas y les recuerden claramente lo que está en juego, exactamente quiénes están en riesgo. Porque esta es la cuestión, estos recortes no tienen razón de ser. El Congreso los puede evitar con solo un poco de compromiso", dijo Obama a la Asociación Nacional de Gobernadores.
El mandatario estadounidense dijo que los recortes dejarían sin empleo a miles de personas, incluyendo maestros, e impactarían negativamente la economía nacional.
"Desafortunadamente, en pocos días, el Congreso está dispuesto a permitir que entren en vigencia una serie de recortes presupuestarios automáticos, que desacelerarán nuestra economía, eliminarán buenos empleos, y dejarán a muchos compatriotas que ya están bastante apretados, arañando para decidir qué hacer", denunció Obama.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca divulgó un informe detallado del impacto que tendrían los recortes indiscriminados en el presupuesto de Estados Unidos.
De acuerdo al gobierno , los recortes –conocidos también como “secuestro” de fondos—tendrían un fuerte impacto en la capacidad de reacción de las fuerzas armadas, en las escuelas, el transporte aéreo, la salud y hasta en la cantidad de alimentos que reciben los ancianos como ayuda, pero el efecto más grande lo sentirían los empleados públicos que tendrían que cesar en sus trabajos por varios días sin goce de sueldo.
Se espera que ambos partidos presenten esta semana proyectos de legislación para evitar estas medidas draconianas, aunque ninguno tiene posibilidades de aprobarlas si no se ponen de acuerdo.
Los republicanos han cuestionado la veracidad de las consecuencias planteadas por la Casa Blanca y apuestan a que éstas no tendrán mayor impacto en la población.
El “secuestro” de fondos –que se supone ahorren $1,2 billones de dólares en los próximos 10 años—es el resultado de un acuerdo forjado entre la Casa Blanca y el Congreso para reducir el endeudamiento público. La idea era de que los recortes serían tan profundos que obligaría a los partidos a buscar otras soluciones consensuadas, lo cual no ha sucedido todavía.
"Mientras están aquí, espero que hablen con sus congresistas y les recuerden claramente lo que está en juego, exactamente quiénes están en riesgo. Porque esta es la cuestión, estos recortes no tienen razón de ser. El Congreso los puede evitar con solo un poco de compromiso", dijo Obama a la Asociación Nacional de Gobernadores.
El mandatario estadounidense dijo que los recortes dejarían sin empleo a miles de personas, incluyendo maestros, e impactarían negativamente la economía nacional.
"Desafortunadamente, en pocos días, el Congreso está dispuesto a permitir que entren en vigencia una serie de recortes presupuestarios automáticos, que desacelerarán nuestra economía, eliminarán buenos empleos, y dejarán a muchos compatriotas que ya están bastante apretados, arañando para decidir qué hacer", denunció Obama.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca divulgó un informe detallado del impacto que tendrían los recortes indiscriminados en el presupuesto de Estados Unidos.
De acuerdo al gobierno , los recortes –conocidos también como “secuestro” de fondos—tendrían un fuerte impacto en la capacidad de reacción de las fuerzas armadas, en las escuelas, el transporte aéreo, la salud y hasta en la cantidad de alimentos que reciben los ancianos como ayuda, pero el efecto más grande lo sentirían los empleados públicos que tendrían que cesar en sus trabajos por varios días sin goce de sueldo.
Se espera que ambos partidos presenten esta semana proyectos de legislación para evitar estas medidas draconianas, aunque ninguno tiene posibilidades de aprobarlas si no se ponen de acuerdo.
Los republicanos han cuestionado la veracidad de las consecuencias planteadas por la Casa Blanca y apuestan a que éstas no tendrán mayor impacto en la población.
El “secuestro” de fondos –que se supone ahorren $1,2 billones de dólares en los próximos 10 años—es el resultado de un acuerdo forjado entre la Casa Blanca y el Congreso para reducir el endeudamiento público. La idea era de que los recortes serían tan profundos que obligaría a los partidos a buscar otras soluciones consensuadas, lo cual no ha sucedido todavía.