La Carolina, un antiguo pueblo minero en la provincia argentina de San Luis, ha sido reconocido como uno de los destinos más pintorescos según el ranking 'Best Tourism Villages' de la Organización Mundial del Turismo.
Entre 260 candidaturas, este pueblo, situado a unos 840 kilómetros de Buenos Aires, la capital argentina, se ha destacado junto a otras 53 aldeas de todo el mundo. Su historia está marcada por la extracción de oro, un recurso que atrajo la ambición y convirtió la zona en el epicentro de la fiebre del oro en los siglos XVIII y XIX.
Sin embargo, tras la explotación exhaustiva por parte de españoles e ingleses, el pueblo se reinventó.
La reciente distinción ha impulsado a las autoridades locales a potenciar aún más este pueblo, reconocido por sus calles empedradas y ríos amarillos que nacen en antiguas cuevas mineras.
Noelia Fernández, turista de la provincia de Mendoza, expresó su asombro: "Me llevé una sorpresa enorme, es hermoso. Desde que entras hasta que te vas, todo el pueblo te deslumbra. Me voy maravillada, no sabía que era uno de los pueblos más hermosos del mundo".
Por su parte, Isabel, turista proveniente de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires, compartió su experiencia: "La Carolina nos pareció divina, es una belleza. Además de ser un lugar divino, al igual que las personas, todo es original. Nunca habíamos visto un lugar así".
Un legado cultural que vale oro
La Carolina sufrió las consecuencias del freno en la industria minera, lo que expulsó a muchos habitantes hacia urbes más grandes, en busca de nuevas oportunidades. Por lo que, para sobrevivir, se transformó en uno de los destinos turísticos de San Luis.
Su historia no solo es atravesada por la minería, pues la literatura también está en las venas de los habitantes, que reconocen a su pequeño pueblo como “cuna de la poesía argentina”. Esto, debido a que allí nació y vivió Juan Crisóstomo Lafinur, considerado el primer filósofo de Argentina. Sus aproximadamente 1.700 manuscritos y 900 obras poéticas están resguardados en las construcciones de piedra que caracterizan al pueblo.
Es así como, este histórico paraje rural ha pasado de ser un pueblo minero olvidado a un destino turístico de renombre internacional, con capacidad de reinventarse y conservar su historia y patrimonio cultural.
La crisis económica argentina mantiene en alerta a parajes turísticos
El fin de semana largo más reciente de Argentina, que juntó la Semana Santa y la conmemoración por un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, fue un desafío para el gobierno de Javier Milei, que buscó impulsar el turismo nacional, en medio de una dura crisis económica que mantiene al país a la cabeza de los que concentran mayor inflación en el mundo.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), a febrero de 2024, Argentina acumuló un 276,2 % interanual, y sigue superando al Líbano y Venezuela.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de la Nación, “los primeros cuatro días del fin de semana extra largo registraron niveles de ocupación que superaron el 90 por ciento en varios destinos nacionales”, según se informó oficialmente mediante un comunicado, en el que también resaltaron que “algunas regiones alcanzaron ocupación plena”.
“Este fin de semana largo se proyectó desde la Subsecretaría de Turismo porque sabemos que el turismo reactiva las economías regionales, genera un movimiento positivo muy importante en cada localidad y, beneficia a muchas familias que viven de la actividad turística”, había declarado la subsecretaria de Turismo de la Nación, Yanina Martínez, según la oficina de prensa de ese organismo.
Esto se grafica en los resultados que tuvieron varios distritos del país, como San Luis, dónde el Ministerio de Turismo y Cultura local, anunció que tuvo un 98 % de ocupación hotelera. En tanto, La Carolina fue uno de los destinos elegidos por visitantes extranjeros, en medio de los esfuerzos por potenciar zonas rurales.
En contraposición a los resultados oficiales, la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica Argentina (Fahegra), advirtió tras el fin de semana largo que “las empresas de este sector viven hoy nuevamente el gran desafío de mantener su actividad”, debido a “la inflación y la caída de los ingresos reales”, según un comunicado.
En esa línea, Fernando Desbots, presidente de Fahegra dijo: “estamos muy preocupados como empresarios porque los servicios se han cuadruplicado o quintuplicado, y no hay consumo. Este fin de semana fue un bálsamo, pero es una foto de nuestra realidad. Nos preocupa la película que estamos viviendo, que es una realidad de recesión”.
Por su parte, Luis Barrionuevo, secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos, denunció que el sector está “viviendo una pandemia sin virus”, y llamó al gobierno del presidente Milei a mejorar la situación económica “antes de que sea tarde”, puesto “que con esta desocupación y falta de consumo vamos camino a un país donde los trabajadores y las PyMEs no pueden pagar el ajuste”.
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