Slim recibió una medalla del presidente de la universidad George Washington de la capital de EEUU por la "labor filantrópica" realizada a través de las diversas fundaciones que preside.
En su discurso de agradecimiento Slim aprovecho para reclamar un papel más activo de Estados Unidos en la recuperación global. Como presidente de Telmex, compañía que posee acciones en más de 200 empresas del continente, señalo que, ante la imposibilidad de saber cuándo se detendrá la recesión, es "fundamental" que la primera potencia del continente "lidere adecuadamente al mundo en sus nuevos retos".
Refiriéndose a México, Slim pronosticó que "en tres o cuatro años, la situación financiera será mucho más sólida", y destacó la importancia de "minimizar las repercusiones sociales de la crisis" y garantizar la estabilidad de los sistemas sanitario y educativo.
El magnate celebró la política de intervencionismo en la economía que empieza a promoverse desde Washington, que no considera "en absoluto" desacorde con la tradición económica estadounidense.
"Los gobiernos deben ser rectores económicos", dijo Slim. "Cuando la situación es tan grave es necesario que participen para evitar la destrucción de los activos de la economía".
Slim también se refirió a la situación de violencia en México, que calificó de "problema mundial".
"Estados Unidos está vendiendo muchas armas, y la mayoría del dinero que financia la violencia se mueve dentro de sus fronteras", afirmó Slim, añadiendo que espera que Barack Obama "esté preocupado por este problema y pretenda actuar para solucionarlo".