Miles de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos reiniciaron el sábado su larga caminata rumbo al norte de México, en momentos que el presidente Donald Trump endureció las políticas migratorias de su país para frenarles el paso.
Trump firmó el viernes un decreto que suspenderá por hasta 90 días la concesión de asilo a los inmigrantes indocumentados que crucen la frontera desde México, mientras que ACNUR instó a garantizar la protección de los que huyen de la violencia o la persecución.
“Estas políticas (de Estados Unidos) dejan a los migrantes aún más vulnerables, pues quedarán varados en el norte de México, al acecho de coyotes (traficantes de personas), al no tener el gobierno mexicano capacidad para ayudarlos”, dijo el investigador sobre temas migratorios del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Óscar Misael Hernández.
Imágenes de televisión y en redes sociales mostraban a miles de personas con mochilas, cobijas, comida, algunos subiendo a la parte trasera de camiones de carga con sus hijos de la mano para retomar su travesía, tras haber permanecido por cuatro días en Ciudad de México, en el centro del país.
A otros, en tanto, se les observaba pidiendo ayuda a automovilistas en carreteras a las afueras de la ciudad, pues tendrán que recorrer entre 1.000 y casi 3.000 kilómetros más para llegar a diferentes puntos de la frontera con Estados Unidos.
Según representantes de diversas casas de migrantes en el norte de México consultados por Reuters, algunos llegarían el lunes a Tijuana y durante la semana a otras ciudades fronterizas, como Reynosa.
Miles de migrantes centroamericanos emprendieron una multitudinaria caravana el mes pasado, huyendo de la violencia y la pobreza, a la que se fueron sumando cientos de personas.
Desde el inicio de este inédito “éxodo de migrantes”, como lo han llamado especialistas, el Gobierno mexicano ha ofrecido refugio a algunos mientras que una minoría optó por regresar a su país de origen, principalmente Honduras.
Por años, miles de inmigrantes mayormente centroamericanos se aventuran en largas travesías por México para llegar a Estados Unidos, sin embargo muchos de ellos son secuestrados e incluso asesinados por traficantes de personas.