Una vez más en lo que va de año, las fuerzas de seguridad volvieron a reforzar este jueves la seguridad en torno al Congreso de EE. UU. ante la celebración este fin de semana de una protesta en favor, precisamente, de los insurrectos que asaltaron el Capitolio el pasado 6 de enero.
Hoy el complejo del Congreso amaneció con un fuerte dispositivo policial inspeccionando los accesos y con un importante número de operarios instalando fuertes medidas de seguridad; principalmente, vallas metálicas.
Las imágenes evocaban a las registradas en las semanas posteriores al asalto del Legislativo por parte de una turba que buscaba impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden. El paralelismo, además, podría no acabar ahí puesto a que el ataque se produjo después de celebrarse un acto en rechazo a los resultados electorales encabezado por el entonces presidente Donald Trump frente a la Casa Blanca.
Debido a los incidentes murieron cinco personas, entre ellos un agente de la Policía del Capitolio. A raíz de lo sucedido el Departamento de Justicia ha abierto la mayor investigación de su historia y ha arrestado a cientos de personas que participaron en los altercados.
Es precisamente en favor de esos detenidos que se ha organizado una concentración para exigir su liberación. Se espera que los asistentes se den cita frente al Capitolio, en la mañana del sábado.
El expresidente Donald Trump, que insiste falsamente en arrojar dudas sobre los comicios y a quien muchos señalan como instigador del ataque al Legislativo, se ha pronunciado mediante un comunicado para expresar su apoyo "aquellos que están siendo procesados tan injustamente en relación con la protesta del 6 de enero sobre la Elección Presidencial Amañada".
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