En entrevista con Venezuela 360, el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, le agradeció a la comunidad internacional por la ayuda que el país ha recibido para atender la crisis migratoria, pero considera que es insuficiente, incluso para todos los países receptores de venezolanos en la región.
En la entrevista con Jaime Moreno, el diplomático colombiano expresó preocupación porque el flujo de migrantes desde Venezuela no se detiene.
"Colombia ha recibido ya un 1.5 millones de hermanos venezolanos. El flujo de migrantes sigue creciendo. 4.5 millones de venezolanos han abandonado su país y se han dirigido a distintas naciones de la región. El número de migrantes sigue creciendo día a día, eso quiere decir que crecen las demandas por una mayor cantidad de recursos”, explicó el canciller colombiano a Venezuela 360.
El gobierno de Colombia estima que la magnitud de la crisis desbordó la capacidad del país y de las otras naciones receptoras de migrantes. Según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones y la Oficina del Alto Comisionado de las Nacionas Unidas para los Refugiados, se requiere al menos de 740 millones de dólares para atender la crisis y ese es el llamado que le han hecho a la comunidad internacional.
“Hasta el momento, solamente se ha recibido el 30 por ciento de esa suma, por esta razón uno de los grandes esfuerzos que Colombia está haciendo es tocar la puerta de la comunidad internacional para decirle gracias por la ayuda que nos han dado, pero se necesita más porque el número de migrantes sigue creciendo”, asegura el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia.
El funcionario colombiano espera que en la reunión en Bruselas, convocada para que los países de la Unión Europea respondan al llamado conjunto de ACNUR y las naciones receptoras, se logre aprobar la entrega de recursos adicionales. El Canciller advirtió a los países que atenderán la convocatoria, que si la crisis de Venezuela se mantiene, Colombia podría llegar a tener entre 3 y 3.5 millones de Venezolanos en el corto plazo, y ese es un escenario que el gobierno colombiano considera como “catastrófico”.
