La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, pospuso su discurso en Naciones Unidas ahora que las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá se han intensificado.
Freeland tenía programado ofrecer el discurso de Canadá ante la Asamblea General el sábado en Nueva York, pero Canadá intercambió el puesto con otro país. Freeland podría tomar la palabra el lunes., aunque no es seguro.
Canadá, el segundo socio comercial de Estados Unidos, quedó fuera cuando Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo el mes pasado para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Los negociadores estadounidenses y canadienses tienen la presión de lograr un pacto el sábado, cuando Estados Unidos deberá hacer público el documento completo del acuerdo con México.
El presidente estadounidense Donald Trump aseguró que quiere proseguir con el TLCAN renovado, con o sin Canadá. Sin embargo, no queda claro si Trump cuenta con autorización del Congreso de seguir adelante con un TLCAN nuevo sólo con México, y algunos legisladores han señalado que no apoyarán un acuerdo que deje fuera a Canadá.
Entre otras cosas, los negociadores batallan con los elevados precios de los lácteos de Canadá.
Canadá también quiere mantener un proceso de resolución de disputa del TLCAN que Estados Unidos quiere tirar por la borda.
Las negociaciones entre Estados Unidos y Canadá se empantanaron a principios de este mes, y la mayoría de los analistas comerciales esperan que el plazo del 30 de septiembre se cumpla sin que Canadá se haya incorporado al TLCAN.
Los expertos creen que Canadá, que ha indicado que no está regido por las fechas límites de Estados Unidos, estaba retrasando las negociaciones hasta después de las elecciones provinciales del lunes en Quebec, donde es fuerte el apoyo por los aranceles de Canadá a los lácteos.
Las relaciones entre los países vecinos se han tensado desde que Trump criticó al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en la cumbre G-7 de junio, cuando lo llamó “débil” y “deshonesto”.
Los líderes canadienses han puesto objeciones a la decisión de Trump de imponer aranceles sobre el acero canadiense bajo el pretexto de seguridad nacional.