El secretario de Estado, John Kerry, se convirtió en el funcionario estadounidense de más alto rango que jamás haya visitado la Antártida, al aterrizar el viernes en la estación McMurdo.
Durante su visita Kerry señaló que "necesitamos involucrarnos más en el movimiento" contra el cambio climático, un mensaje que es todo lo contrario a lo que promueve el presidente electo Donald Trump.
Al dirigirse a los científicos en la estación McMurdo, el secretario Kerry dijo que existe un riesgo de que el hielo de la Antártica se descongele y vaya al oceáno elevando los niveles del mar a nivel mundial.
En su visita de dos días, Kerry escuchará de primera mano de los científicos las explicaciones sobre el impacto del cambio climático en el continente congelado.
El secretario arribó procedente de Nueva Zelanda a bordo de un avión militar de carga C-17 Globemaster.
Kerry, un experimentado piloto, pasó la mayoría del tiempo de vuelo en la cabina de los pilotos, conversando con ellos.
Luego de un viaje sin sobresaltos de cinco horas, Kerry y su comitiva aterrizaron en la pista de hielo Pegasus, que se utiliza en la base McMurdo, base de las operaciones estadounidenses.
Kerry no hizo declaraciones públicas en la etapa inicial de su viaje, pero un día antes, desde Christchurch, Nueva Zelanda, felicitó al presidente electo Donald Trump por ganar la elección y dijo haber recordado al personal del Departamento de Estado sobre la “tradición arraigada de una transferencia pacífica y constructiva del poder”.
En Antártida, Kerry planeaba abordar otro avión para otro vuelo de tres horas hasta la estación científica que el gobierno estadounidense opera en el Polo Sur. Allí espera quedarse unas dos horas antes de regresar a pernoctar en McMurdo.
Kerry regresará el sábado a Nueva Zelanda donde se reunirá con el primer ministro, John Key. La próxima semana volará al Medio Oriente para conversaciones y luego asistirá a la conferencia sobre cambio climático en Marruecos, donde pronunciará un discurso.