La Cámara de Diputados argentina aprobó el martes el proyecto de ley con el que el gobierno del presidente Javier Milei busca implementar reformas económicas y del Estado, que fue consensuado con opositores aliados para eliminar los aspectos más controversiales.
La llamada Ley de Bases —la primera norma que Milei aspira a lograr desde que asumió en diciembre y con la que busca asegurarse mayor gobernabilidad— salió adelante gracias a que los votos del partido oficialista La Libertad Avanza se sumaron los de su aliado conservador PRO y los de legisladores dialoguistas de la Unión Cívica Radical y de otros bloques más pequeños.
La iniciativa deberá ser tratada por el Senado en los próximos días.
En la misma sesión, el gobierno obtuvo luz verde para un paquete de reformas fiscales que, entre otros puntos, incluye un régimen de regularización de activos no declarados al fisco.
Milei se congratuló del resultado. “Este es un primer paso fundamental para sacar a Argentina del pantano que ha sido las últimas décadas. Quiero agradecer la enorme tarea de todos los diputados que, entendiendo el momento histórico, decidieron acompañar nuestro proyecto”, publicó el mandatario en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Mientras la votación avanzaba, organizaciones y partidos de izquierda protestaban en las inmediaciones del Congreso al considerar que ambas iniciativas perjudican a los trabajadores y benefician a las empresas y a particulares de altos ingresos.
En la Ley de Bases, el oficialismo —en desventaja numérica en la Cámara de Diputados y en el Senado—realizó concesiones a sectores aliados para evitar el tropiezo que hace algo más de dos meses sufrió en el mismo recinto legislativo otra versión que contemplaba reformas de mayor calado.
La cámara baja aprobó los artículos que declaran la emergencia en materia administrativa, económica, financiera y energética por el plazo de un año. También una reforma del Estado con delegación de facultades al Ejecutivo sobre organismos públicos y fondos fiduciarios.
En la lista de organismos que quedan a salvo de intentos de disolución por parte del Ejecutivo están, entre otros, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y el Ente Nacional de Comunicaciones.
El diputado Nicolas Massot, aliado del gobierno, señaló que “esta ya no es más ‘la ley de Milei’, es la ley de este Congreso”. Indicó que ”no hay un superpoder para privatizar sin ningún control 41 empresas del Estado; pasamos de 16 superpoderes a tres super acotados".
Pero el jefe de la peronista Unión por la Patria, Germán Martínez, cuestionó “la delegación abusiva de facultades que le estamos dando al presidente”.
La ley incluye además una reforma laboral, la cual el gobierno intentó impulsar al inicio de la gestión sin éxito y que encontró trabas en la justicia. El oficialismo dio marcha atrás con medidas que eran leídas como un recorte del poder de los sindicatos, entre ellas la que limitaba el derecho de huelga en actividades consideradas esenciales y la que eliminaba las cuotas solidarias obligatorias que deben pagar los trabajadores que no están afiliados a los gremios.
Las modificaciones que salieron adelante fueron el establecimiento de un periodo de prueba para los trabajadores de seis meses —con posibilidades de ampliarlo—, la eliminación de las multas a empresarios por el trabajo no registrado y el establecimiento de un fondo de cese laboral voluntario que se compone de aportes mensuales del salario y puede sustituir la indemnización en caso de despido.
Además, se estableció que la participación en bloqueos o tomas de establecimientos por los trabajadores configurará una grave falta que podría ser tomada como causal de despido.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.
Foro