El estado de California siguió los pasos del estado de Nueva York al adoptar medidas que permitan contener el avance del coronavirus, que ya ha contagiado a unas 200 personas en la región y ha causado la muerte a cuatro.
Gavin Newsom, gobernador del estado, anunció que al igual que Nueva York quedan prohibidas las aglomeraciones de personas, pero en lugar de 500 como el máximo autorizado en el estado de la costa este, el techo en California será de sólo 250 personas.
El gobernador ha decretado un estado de emergencia luego que el número de víctimas volviera a aumentar el viernes por la mañana, con un aumento del 10%.
"Eso es un aumento de 21 personas, aproximadamente un 10% más que ayer... y tuvimos una cuarta pérdida trágica de vida en el área de Los Ángeles", explicó el gobernador.
La declaratoria de emergencia permite al gobernador tomar el control de hoteles, escuelas y otros edificios para usarlos como centros de cuarentena de personas contagiadas o sospechosas de estar enfermas.
En Los Angeles, el alcalde Eric Garcetti fue aún más conservador y prohibió cualquier reunión de más de 50 personas.
La vida de los californianos, al igual que en muchas partes del mundo, está siendo alterada por la amenaza del coronavirus.
Más de un millón de niños de Los Angeles y San Diego dejaron hoy de ir a sus escuelas, luego que las clases fueran suspendidas. La medida se aprobó finalmente después de mucha resistencia de funcionarios escolares que saben que muchos de los niños dependen del almuerzo escolar gratuito para alimentarse y que unos 18.000 de ellos no tiene un hogar.
Muchos además son los padres que trabajan y dejan a sus niños bajo el cuidado del colegio hasta la hora en que ellos salen de sus centros de trabajo.
La economía estatal también está siendo afectada. El turismo nacional e internacional se ha desplomado por el temor generalizado a los viajes aéreos. Y centros vitales del turismo estatal han decidido ahora cerrar sus puertas desde el 14 hasta el fin de mes. Los dos principales, Universal Studios Hollywood y Disneylandia cerrarán sus puertas temporalmente.
Esto afecta a quienes laboran en la industria turística y hotelera en esa zona. Sólo Disneylandia tiene 78.000 empleados y genera unos 8.500 millones de dólares a la zona de Los Angeles.
