La Bolsa de Valores de Nueva York sufrió este lunes su peor colapso desde la crisis financiera del 2008, motivada por las preocupaciones sobre el estado real de la economía mundial, la crisis del coronavirus y una inesperada guerra de precios de petróleo entre Rusia y Arabia Saudita.
El presidente Donald Trump mientras tanto, desestimaba la gravedad de la situación, culpando a los medios de comunicación por la caída de la Bolsa y comparando las cifras de contagiados y muertos por el coronavirus con los que cada año mueren o son infectados por el resfriado común.
Al inicio de la jornada bursátil, las acciones empezaron a caer debido a la guerra de precios del petróleo que Rusia y Arabia Saudita protagonizaron durante el fin de semana.
Esa guerra de precios sólo vino a aumentar las ansiedades ya existentes por el avance del coronavirus, que podría haber contagiado al presidente Trump y varios legisladores durante una convención de una organización política conservadora en que participaron y luego se informó que un participante había sido diagnosticado con el virus. El senador Ted Cruz, que asistió a dicha convención, dijo estar en cuarentena autoimpuesta. Otros cuatro congresistas están igualmente en cuarentena.
El petróleo, que ya había bajado de precio por la desaceleración en las grandes economías debido al coronavirus, cayó casi un 20 por ciento como resultado de la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita. Todas las empresas relacionadas al petróleo, vieron sus acciones caer. Las empresas más pequeñas que son responsables de un 15 por ciento de la producción estadounidense de petróleo vieron sus precios desplomarse hasta en un 40 por ciento. Exxon Mobil, una de las más grandes, sufrió una pérdida de alrededor de un 10 por ciento. La banca comercial también se vio afectada. JP Morgan vio sus acciones declinar en un 15 por ciento, mientras Bank of America bajó un 12 por ciento.
Las acciones de la Bolsa de Nueva York cerraron con sus precios en baja en aproximadamente un 7 por ciento. Al llegar al 7 por ciento, las transacciones se suspendieron por 15 minutos al dispararse un interruptor de circuitos que se activa cuando hay bajas generalizadas que alcanzan el 7 por ciento. Existen otros interruptores que se disparan al bajar los precios en un 13 o un 20 por ciento.
Los interruptores de las transacciones son usados para permitir a los corredores de bolsa e inversores a tener un momento para reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
Pero para el presidente Trump lo que está ocurriendo es pánico generado, según él, por los medios de comunicación. Para Trump, el coronavirus no es muy diferente del resfrío que anualmente afecta a miles de estadounidenses.
“El año pasado, 37,000 estadounidenses murieron de resfrío común. Se trata de un promedio anual de entre 27,000 y 70,000. Nada se cierra, la vida y la economía continúan”, dijo Trump en un tuit. “En este momento hay 546 casos confirmados de coronavirus y 22 muertos. Piensen al respecto”.
Los mercados en Francia, Inglaterra y Alemania también experimentaron baja en sus precios. Ante este escenario, la economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, pidió acciones económicas coordinadas para hacer frente a la amenaza económica del coronavirus.
Los asesores económicos del presidente se espera le hagan esta semana una presentación sobre una serie de medidas económicas de emergencia que podrían adoptarse para dinamizar la economía estadounidense.
La Casa Blanca también invitó a altos ejecutivos de Wall Street a una reunión el miércoles para abordar la crisis del coronavirus. La última vez que esos ejecutivos fueron llamados a reunión en la Casa Blanca fue en el 2008, cuando el presidente de la Reserva Federal le dijo a la banca que tendrían que aceptar préstamos hasta por 125,000 millones de dólares para restaurar la credibilidad del sistema financiero.
Los ganadores de la jornada fueron marcas como Clorox, fabricante de distintos tipos de desinfectantes. Y tiendas como Walmart y Dollar General y Dollar Tree, las cuales por vender a descuento, hacen buenos negocios en tiempos de recesión.