Rastrillajes persistentes en un área ubicada en los alrededores de Nogales, en el estado de Arizona, son realizados por agentes policiales en la frontera con México, buscando a un sospechoso por la muerte de un agente de la Patrulla Fronteriza.
La búsqueda se centra en un área del desierto de Arizona a unos 16 kilómetros de la frontera e involucra a agentes a caballo, en vehículos todo terreno y helicópteros, para tratar de localizar a un sospecho de la muerte de Brian A. Terry, de 40 años.
El agente resultó herido cuando la unidad de la patrulla fronteriza que integraba fue atacada por un grupo de criminales que estaba siendo buscado por ser responsable de ataques contra inmigrantes indocumentados, explicó T. J. Bonner, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza.
La secretaría de Seguridad del Territorio Nacional, Janet Napolitano, dijo que la muerte del agente Terry demuestra lo peligroso del trabajo de la patrulla fronteriza.
Las autoridades consideran que el sospechoso podría estar en México, o se pudo haber escondido en la ciudad estadounidense de Nogales en el estado de Arizona. Pero también reconoce que aún puede estar en el desierto. “Alguien se puede esconder ahí muy fácilmente. Hay vegetación y se pueden camuflar con el terreno", dijo Tony Estrada, alguacil del condado de Santa Cruz.
Eric Cantú, vocero de la Patrulla Fronteriza, y la portavoz del FBI Brenda Lee Nath dijeron que las autoridades tienen a cuatro sospechosos bajo custodia y están buscando a un quinto. La Patrulla Fronteriza se negó a revelar el país de origen de los detenidos.
Cantú dijo que "vamos a utilizar todo activo que tenemos a nuestra disposición", indicó. "Hay muchos lugares donde se puede ocultar una persona, especialmente si tiene experiencia en eludir a los representantes de la ley".
La balacera ocurrió en el sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, un lugar donde suelen cruzar muchos inmigrantes ilegales rumbo a Estados Unidos.