Líderes del grupo de los principales países en desarrollo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se reunirán en la isla china de Hainan para debatir su creciente peso en la esfera internacional.
BRIC comenzó en 2001 como un término económico usado para describir cuatro grandes crecientes economías, hasta que en 2009, esos cuatro países dieron más significado a ese término con su primera reunión. Este año, China invitó a Sudáfrica para que se sume al grupo.
Estas naciones se autoproclaman portavoces de los países en vías de desarrollo, como dejó ver el viceministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Alessandro Teixeira.
“Es una reunión importante porque se pronostica que para 2013 las economías en desarrollo sobrepasarán a las economías desarrolladas en términos del Producto Interno Bruto en el mundo”, señaló el representante.
Los cinco países, que cuentan hoy en día con más del 40% de la población mundial, representarán el 61% del crecimiento del planeta en 2014, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Joseph Cheng, un profesor de ciencias políticas en City University, en Hong Kong, cree que los países BRICS quieren encontrar consenso para estar en mejor posición para negociar más arduamente con los países desarrollados.
“En general, ellos creen que los países occidentales han estado dominando el proceso de regulaciones en instituciones internacionales financieras y comerciales y les gustaría ver un cambio de la situación y poder desempeñar un rol más efectivo en el proceso de elaborar regulaciones”, opina Cheng.
Washington nunca ha dicho que esté preocupado por el surgimiento de BRICS, pero Shi Yinhong, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Renmin dice que EE.UU. y otros países occidentales están observando de cerca.
"La cumbre marcará el ingreso de Sudáfrica al grupo, lo que ampliará la representatividad geográfica del mecanismo en momentos en que se busca, en el plano internacional, la reforma del sistema financiero y, de modo general, mayor democratización de la gobernanza global", indicó el ministerio de Relaciones Exteriores brasileño en un comunicado.
Esta cumbre puede permitir a China, segunda economía mundial, imponerse como líder de los emergentes y contrapeso del poderío de los países industrializados, estiman además los analistas.
