La Policía brasileñas dio muerte a cinco presuntos miembros de las pandillas de la droga y detuvo a otros en un suburbio pobre de Río de Janeiro.
Durante la incursión las autoridades usaron vehículos blindados para abrirse paso entre barreras improvisadas que habían sido colocadas en la entrada al área de Jacerzinho.
La incursión es el más reciente esfuerzo para recuperar el control de los suburbios pobres de Río, en momentos en que la ciudad se prepara para recibir la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
Jacarezinho se convirtió en refugio de varios narcotraficantes que huyeron de las "favelas" del Complexo do Alemao, el conjunto de barriadas pobres que la policía tomó a finales del año pasado con el apoyo de unidades blindadas del Ejército y de decenas de soldados de las Fuerzas Armadas.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Mariano Beltrame, informó que las "favelas" aún dominadas por narcotraficantes serán tomadas cuando la policía termine de formar los nuevos agentes que las ocuparán de forma permanente.
Hace dos años que Brasil comenzó a combatir las pandillas de drogas que controlaban muchos de los vecindarios pobres que rodean Río.
