La procuradora general de Brasil, Raquel Dodge, dijo el jueves que el presidente saliente Michel Temer está en el centro de la corrupción institucionalizada y que pedirá a las cortes que lo acusen de corrupción y lavado de dinero.
En su denuncia, Dodge pide que Temer y cinco presuntos cómplices paguen el equivalente de unos 8,5 millones de dólares en daños.
El presidente ha enfrentado varios intentos de juicio político, así como acusaciones de corrupción y obstrucción de justicia desde que asumió en agosto de 2016.
Solo el Congreso puede autorizar la formulación de cargos a un presidente en funciones. Pero Temer deja el cargo en 12 días, de manera que Dodge elevó el pedido directamente al Tribunal Supremo el miércoles por la noche y le pidió que asigne el caso a un tribunal inferior a partir del 1 de enero.