La justicia brasileña ordenó el sábado al gobierno de Jair Bolsonaro que adopte con urgencia medidas para proteger las aguas de cinco ríos de las manchas de petróleo de origen desconocido que desde inicios de septiembre se expanden por las playas del litoral noreste.
La decisión, firmada por el juez federal Fabio Cordeiro de Lima, alcanza también al Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), la principal agencia ambiental del país.
El magistrado resolvió que el IBAMA y el gobierno disponen de 48 horas para implantar barreras de protección y posteriormente monitorear el Río San Francisco, el más importante de la región noreste con casi tres mil kilómetros de extensión, y otros cuatro ríos en el estado de Sergipe.
El juez fijó una multa de cerca de 25.000 dólares diarios en caso de incumplimiento. La orden de Cordeiro de Lima fue una respuesta a un pedido del Ministerio Público de Sergipe presentado el viernes.
“El daño (derrame de petróleo) ya está consumado y continúa produciendo efectos. El problema necesita de una actuación urgente para que se disminuyan los efectos”, consideró el magistrado.
La Abogacía General de la Unión, que representa jurídicamente al estado federal, dijo a The Associated Press que todavía no había sido notificada de la decisión, pero anticipó que “analizará todas las medidas a ser tomadas” en caso de que se le requiera.
Al menos 156 localidades, en nueve estados de Brasil, han sido afectadas por manchas originadas tras un derrame de crudo, según el último reporte del IBAMA divulgado el viernes por la noche.
Las manchas de crudo alcanzaron el viernes Salvador, unas de las principales ciudades turísticas del noreste brasileño, y también la reserva Curucutu, un parque ambiental que abriga ejemplares de fauna y flora nativas en el estado de Maranhao.
El origen de las manchas todavía es una incógnita. El gobierno cree que “muy probablemente” el crudo proviene de Venezuela, luego de que la empresa Petrobras realizó un estudio de laboratorio con muestras de las manchas. La principal hipótesis es que una embarcación que navegaba cerca de la costa brasileña con crudo venezolano haya sufrido un derrame.
La Marina brasileña ha comenzado a notificar a 30 buques petroleros de diez países que transitaron en agosto por la región afectada para que presten esclarecimientos.
El sábado, antes de que se conociera la decisión de la justicia, Bolsonaro dijo en su cuenta de Twitter que el gobierno busca desde el 2 de septiembre identificar a los responsables por el derrame. Añadió con ironía que estaba sorprendido por el “silencio” de la ONU y las ONG sobre el derrame.