La fiscalía de Brasil presentó cargos contra el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al que acusa de lavado de dinero y de ocultar un lujoso apartamento de playa.
Los cargos presentados el miércoles contra Silva tienen que ser aprobados ahora por un juez.
En un comunicado, el popular expresidente, dijo que los investigadores "no son imparciales" y que no tienen autoridad para llevar a cabo las pesquisas.
Lula también niega que el penthouse frente a la playa en la ciudad de Guaruja sea suyo, y asegura que pertenece a la constructora OAS, uno de los grandes objetivos de una investigación federal paralela sobre corrupción que se centra en la petrolera estatal Petrobras.
El expresidente también es investigado por una casa de campo que a menudo ha utilizado, pero que dice pertenece a unos amigos que le dejan utilizarla.
Los investigadores federales buscan determinar también si Silva vendió su influencia en el actual gobierno a cambio de ofrecer discursos y donaciones al Instituto Lula, su organización sin ánimo de lucro.
Silva gobernó Brasil entre 2003 y 2010.