Los bomberos en Australia intentaron aprovechar condiciones menos calurosas el día de Navidad para trabajar en el combate a los incendios forestales antes del clima cálido y seco previsto para el resto de la semana.
En Nueva Gales del Sur (NSW), donde ciudades enteras fueron arrasadas el fin de semana, la primera ministra estatal Gladys Berejiklian y el jefe del servicio rural de bomberos de NSW, Shane Fitzsimmons, asistieron a un desayuno organizado por voluntarios en Colo, 90 kilómetros al noroeste de Sídney.
"Los voluntarios de la comunidad proporcionaron comida, compañía, conversación, regalos y canastas para compartir con los equipos que se dirigían al campo", tuiteó Fitzsimmons. "Fue simplemente encantador y los ánimos estaban altos".
El día de Navidad ofreció condiciones más frescas en muchas partes del país. Pero se pronostica que el calor intenso regresará nuevamente para el fin de semana, especialmente en el sur de Australia, donde se espera que las temperaturas excedan los 40 grados Celsius.
Según las autoridades, en los últimos meses se han perdido más de 900 hogares en todo el territorio, pese a que el verano del hemisferio sur aún no ha alcanzado su punto medio.
Los incendios han destruido más de 3,7 millones de hectáreas en cinco estados. Al menos seis personas han muerto en Nueva Gales del Sur y dos en el sur de Australia durante la emergencia de incendios forestales.
El primer ministro Scott Morrison usó un mensaje navideño para agradecer a los voluntarios por su disposición a pasar el día lejos de sus familias.
"Mientras esperamos el próximo año y mientras celebramos esta Navidad, quiero agradecer a todos los que sirven a nuestra nación", dijo Morrison en un video compartido en las redes sociales el miércoles por la mañana.
Morrison ha enfrentado una presión política sostenida a medida que los incendios forestales han estallado, por su decisión de tomar unas vacaciones familiares en Hawai la semana pasada y por las políticas climáticas conservadoras de su gobierno de coalición Liberal-Nacional.