Bolivia no ha determinado aún la fecha de sus próximas elecciones tras la renuncia del expresidente Evo Morales. Ni siquiera se han elegido a los vocales del Tribunal Supremo Electoral, que tendrá que convocar a los comicios. Pero el listado de los aspirantes a la presidencia y vicepresidencia es ya extenso.
Hay dos interrogantes en el ambiente. La primera es quién se convertirá en el sucesor de Morales como candidato del Movimiento al Socialismo (MAS). Un joven cocalero de origen indígena se perfila como un posible sucesor.
La otra interrogante es cuál de los potenciales candidatos podría aglutinar una mayoría de los votos sin arriesgar ir a una segunda vuelta.
Desde ahora, el candidato centrista Carlos Mesa, expresidente de Bolivia y quien debió haber ido a una segunda vuelta contra Morales en las elecciones declaradas nulas, ya confirmó que participará en los nuevos comicios. Lo mismo hizo el coreano-boliviano Chi Yung Chang, quien terminó de tercero en las votaciones anuladas de octubre.
Otro candidato que es ya conocido por la población es el dirigente de los comités cíivicos de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, considerado uno de los principales líderes de las protestas nacionales tras las irregularidades electorales de octubre y que condujeron a la renuncia y el asilo de Morales en México.
Camacho podría compartir fórmula con el también cívico, pero de Potosí, Marco Pumari. En un comunicado, Camacho dijo que renunciaba a la dirigencia del Comité Cívico en Santa Cruz para ir “por otro sueño, otro anhelo aún más fuerte: ser presidente de la República de Bolivia y poder, desde ahí, servir con todas mis fuerzas para ver a mi patria próspera, unida y libre, donde todos juntos construyamos un mejor futuro para nuestros hijos, algo que hoy es más posible que nunca”.
En ese mismo comunicado, Camacho sostuvo que uno de sus anhelos es que “Evo Morales, Álvaro García Linera y su cúpula de secuaces no vuelvan a gobernarnos nunca más y esa es aún una tarea pendiente”.
Aunque el MAS se encuentra en su más difícil momento tras la renuncia y exilio en México de Morales, aún conserva su voto duro en las zonas suburbanas y rurales. Es el partido a derrotar por los opositores a Morales. Pero para los seguidores de Morales, sus esperanzas podrían ser depositadas en un joven de 30 años de edad, cocalero al igual que él: su nombre es Andrónico Rodríguez.
También se ha mencionado el nombre de la nueva presidenta del Senado, Eva Copa, considerada por algunos como presidenciable por su papel en el período de concertación, tras la renuncia de Morales. Ella sin embargo había dicho que terminaría su período legislativo el próximo año para luego atender a su familia. Otras posibles figuras para encabezar el MAS podrían ser la senadora Adriana Salvatierra, el excanciller David Choquehuanca y el exministro de Economía, Luis Arce.
Desde México, Morales se espera que intente influir sobre quién será el nuevo candidato del MAS después de 14 años de su liderazgo. Incluso ha dicho que aspira regresar al país para respaldar durante la campaña al candidato del MAS. Pero algunos afirman que serán las estructuras partidarias las que tendrán que elegir a las nuevas dirigencias.
“Nuestros representantes nacionales y departamentales serán los que llamen a congresos, cabildos y asambleas para elegir los mejores perfiles que se tengan y encarar las elecciones”, afirmó la senadora, Eva Copa.
Otra de las figuras que destacaron en las elecciones del 20 de noviembre fue el pastor evangélico coreano boliviano, Chi Yung Chang, quien está buscando alianzas con otros partidos opuestos a la gestión de Morales, a quienes ha ofrecido cederles la vicepresidencia. Chang terminó en tercer lugar, tras el expresidente Mesa, considerado un candidato de centro.
Esta semana también resurgió la excandidata a la vicepresidencia, Tomasa Yarhui, de origen indígena, quien podría volver a participar nuevamente junto al expresidente Jorge Quiroga, quien anunciaría esta semana su decisión de participar.
“Ni la dispersión ni la concentración del voto son convenientes”, dijo Yarhui.
