El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) anunció en un comunicado que se reunirá el jueves 23 de enero con la Ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Karen Longaric Rodríguez, para tratar el tema de la transición que lleva a cabo el país.
El encuentro, programado para una sesión extraordinaria a las 3:00 de la tarde en Washington DC, tendrá lugar en la sede de la OEA.
La organización regional dijo que el gobierno temporal boliviano tendrá la oportunidad de explicar lo sucedido en “el proceso de transición liderado por la Presidenta constitucional del Estado, Dra. Jeanine Áñez Chávez”.
La semana pasada Logaric explicó el motivo de su visita a la capital estadounidense: “Voy a hacer conocer todos los esfuerzos realizados por el gobierno boliviano para consolidar nuestros propósitos”.
La violencia bajo escrutinio internacional
Longaric estará en la mañana junto a la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Esmeralda Arosemena de Troitiño, para presentar al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para Bolivia.
El GIEI, indica la Comisión, fue instalada en cumplimiento del acuerdo suscripto por la CIDH y el Estado Plurinacional de Bolivia el pasado 2 de diciembre de 2019 “con el objetivo de crear un mecanismo encargado de apoyar la investigación de los actos de violencia y las violaciones a los derechos humanos que han ocurrido en dicho país”, entre el 1º de septiembre y el 31 de diciembre de 2019, periodo en el que ocurrió el grueso de las protestas.
Áñez tomó el poder luego de las fallidas elecciones el 20 de octubre de 2019. El Tribunal Supremo Electoral decidió detener el “conteo rápido” de los votos, en una jornada en la que se enfrentaban el entonces mandatario Evo Morales y Carlos Mas.
Morales renunció, luego de la exigencia de los militares y acusaciones de fraude electoral. Las revueltas entre la sociedad civil, enfrentada entre sí y las acciones de las fuerzas del orden, dejaron más de una treintena de Muertos. El presidente Morales se asiló en México y se ha radicado en Argentina, donde recibió el status de refugiado.
El gobierno de Áñez ha pactado las nuevas elecciones para el 3 de mayo próximo, lo que ha recibido el beneplácito de la ONU y la OEA; esta última condujo una investigación que señaló un rosario de irregularidades en los comicios en los que Morales pretendía volverse a reelegir.