Las protestas en Bolivia llevan aproximadamente tres semanas y son originadas por un ambiente de polarización política entre seguidores del presidente Evo Morales que defienden su Gobierno y grupos ciudadanos, que rechazan los resultados de las elecciones generales por supuesto fraude.
Tras continuas manifestaciones en distintas partes del país, el sábado, Morales hizo un llamado a la oposición a instalar una mesa de diálogo.
El presidente del país, Evo Morales y su gobierno denunciaron un golpe de estado por parte de grupos violentos, el viernes.