La misión enviada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para el análisis por denuncias de irregularidades en los comicios de Bolivia el pasado 20 de octubre, encontró “Acciones deliberadas que buscaron manipular el resultado de la elección”.
En un documentado informe de 95 páginas, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia (SFD), junto al Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO), concluyeron que las violaciones cometidas “Son acciones dolosas que tuvieron la intención de afectar el transcurso del proceso electoral según lo planificado de manera oficial”.
En una docena de puntos agravantes, el equipo para el análisis integral electoral concluyó que la paralización del conteo rápido de los votos, la introducción de servidores “no previstos en la infraestructura tecnológica”, así como la evasión de controles de la empresa auditora electoral, atentaron contra la credibilidad del proceso electoral que finalizó en octubre con la renuncia del entonces mandatario Evo Morales.
Este miércoles la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, anunció la entrega del documento final de la OEA a su gobierno y adelantó que en él “se comprueba las razones por las cuales hemos tenido que dejar sin efecto las mismas, y convocar nuevas elecciones”.
En su resumen ejecutivo, el equipo de investigación indica que en “la noche de la elección, el tribunal electoral interrumpió de manera deliberada la transmisión de resultados”, y que la paralización del Sistema de Transmisión Rápida (TREP) no fue casual sino “una decisión arbitraria, cuyo propósito incluyó la manipulación de la infraestructura informática”.
Entre los indicios encontrados, el informe reveló que “la victoria en primera vuelta de Evo Morales fue estadísticamente improbable, y que su proclamación se dio por un aumento masivo e inexplicable de los votos del MAS (Movimiento al Socialismo) en el 5% final del cómputo”.
El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, dio a conocer el texto íntegro del informe final sobre Bolivia.
La OEA especifica que sin el aumento deliberado en el cómputo, “aunque el MAS hubiera conseguido la mayoría de los votos, no habría obtenido la diferencia del 10% necesario para evitar la segunda vuelta” ante su oponente Carlos Mesa.
Debido a ese aumento señalado, indica, hubo quiebres en las tendencias de votación y “El tamaño de las rupturas es extremadamente inusual y coloca en duda la credibilidad del proceso”.
Errores en el conteo computarizado
Analizados los datos colectados, el informe de la OEA señala que de un total de 1.074 actas “se encontraron 59 (5,5%) con graves irregularidades desde el punto de vista pericial”, y en algunos casos se verificó que todas las actas de un mismo centro habían sido completadas por la misma persona”.
Se comprobó además que funcionarios técnicos del órgano electoral enviaron una carta a la auditoría de la organización, en la que reconocen haber configurado un servidor en una red ajena al TREP “por indicación de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y en coordinación con un asesor informático que no es parte de la planta efectiva del Servicio de Registro Cívico (SERECI) ni de la Dirección Nacional de Tecnología de la Información (DNTIC) del OEP ni tampoco de la empresa auditora”.
Otro registro importante es que “En el sistema TREP, la función “Aprobador de Actas” tenía la posibilidad de convalidar actas, aún al existir diferencias de valores entre Golpe 1 y Golpe 2. Esta función permitía continuar con el proceso a actas a pesar de existir diferencias”.
Manipulaciones, irregularidades
El equipo asegura que hubo manipulación de dos maneras: a nivel de actas y al procesar los resultados. A ello “se suman irregularidades graves, tales como la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible”.
Como resultado de las anomalías, la misión de la OEA acusa a los miembros del TSE porque “permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral”.
En cuanto a las violaciones “los hallazgos son contundentes”, señala el copioso documento.
La misión enviada a Bolivia dijo que desde el día 9 de noviembre, en que se dieron a conocer los hallazgos preliminares “el equipo auditor continuó recibiendo y procesando un gran volumen de denuncias sobre las múltiples irregularidades del proceso electoral”.
Con todo lo anterior, el equipo conjunto de la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia (SFD), junto al Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) concluyó lo siguiente:
- Los sistemas de transmisión de resultados electorales preliminares y de cómputo definitivo estuvieron viciados.
- Existieron irregularidades y falsificaciones en el llenado de actas electorales.
- La deficiente cadena de custodia no garantizó que el material electoral no haya sido manipulado y/o reemplazado.
- Las actas del cómputo no son confiables. No obstante, del análisis detallado se destaca que las actas ingresadas en el último 4.4% tienen un número llamativo de observaciones.
- Tendencia mostrada en el último 5% del conteo es altamente improbable.
En un video enviado por el equipo de prensa del excandidato presidencial y presidente de la comisión constitucional del Senado en Bolivia, Óscar Ortiz, el mismo informó que estuvo en la sede de la OEA para recibir el informe y que éste "deber ser la base para que aseguremos la transparencia en las próximas elecciones y se procese y se sancione a los responsables".
Evo Morales, asilado en México, no reaccionó inmediatamente desde su cuenta de Twitter al informe del organismo regional sobre las elecciones en su país.