El nuevo gobierno en transición de Bolivia, encabezado por Jeanine Áñez, extrema esfuerzos por el diálogo para lograr la paz.
Los ministros del gobierno transitorio establecieron reuniones de negociación con diferentes sectores que aún mantienen respaldo al expresidente Evo Morales y esgrimen demandas concretas. El objetivo es hallar consenso para que se que se levanten las medidas de presión.
Un clamor generalizado por la pacificación en el país surge de diversos sectores frente a una situación que se torna cada día más insostenible.
Áñez, la presidenta en funciones, emitió un mensaje a la nación para pedir diálogo.
“Lamentamos las muertes de nuestros hermanos en El Alto y nos duele porque somos un gobierno de paz, y por eso les pido que nos unamos para reconciliarnos (…) Pongo a disposición el gabinete en pleno”, anunció la mujer, que asumió el cargo a la renuncia de Morales el pasado día 12 de noviembre.
Sin embargo, este jueves aún se registraron hechos de violencia entre las fuerzas del orden y los manifestantes que exigen la renuncia de la presidenta en transición, Jeanine Áñez.
La Policía usó gas lacrimógeno una marcha que descendió desde El Alto a La Paz, con los ataúdes de las ocho personas que murieron durante la toma de la planta de combustible en la localidad de Senkata.
Para abrir los canales de diálogo, el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, planteó la posibilidad de derogar el decreto que exime a las Fuerzas Armadas de responsabilidades penales.
"Podemos derogarlo, no es una charla de sordos, lo derogamos, damos un paso. ¿Ustedes qué paso van a dar para que sigamos en el diálogo?", declaró el político.
En Cochabamba, centro de Bolivia, donde se dio el mayor estallido de violencia entre productores de coca, y las fuerzas del orden, también se empezó a propiciar el diálogo a través de la gobernadora interina del Movimiento Al Socialismo (MAS), Esther Soria.
“Mi autoridad hizo el acercamiento con los diferentes sectores en conflicto”, señaló.
Bolivia busca salidas pacíficas a un conflicto que ya lleva un mes con muertes, heridos, pérdidas económicas millonarias y ahora es golpeada por el desabastecimiento.
Mientras, los legisladores bolivianos debaten dos proyectos, uno del Ejecutivo y otro del MAS, para consensuar una ley que allane el camino a las elecciones generales en el menor tiempo posible.