WASHINGTON D.C. - Este martes los salvadoreños entraron al experimento de bitcóin como moneda de uso cotidiano para realizar transacciones comerciales y de intercambio de bienes y servicios.
El proyecto es llevado a cabo por el gobierno salvadoreño encabezado por Nayib Bukele y rechazado por la mayoría de nacionales del país centroamericano a razón de los estudios de opinión pública difundido en días recientes.
Con indicaciones contradictorias dadas por funcionarios del Ejecutivo y sin un reglamento técnico para operar la Ley Bitcóin, que indique los pormenores de manejos como contabilidad y otros aspectos clave en economía para operar con el criptoactivo la incertidumbre es mayor, explican a la Voz de América economistas consultados en El Salvador.
Rommel Rodríguez de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE) comenta a la VOA que, de entrada, prima la incertidumbre entre los ciudadanos por lo que deparará una apuesta económica del gobierno salvadoreño que no tuvo el mínimo de discusión técnica y menos con los sectores del país que entran al experimento desde este día.
Y los estudios de opinión pública realizadas por casas encuestadoras del país ponen en evidencia el descontento entre los salvadoreños, el Instituto de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) da cuenta de que el 67,9% de las personas consultadas a nivel nacional manifestó estar en desacuerdo con el uso de bitcóin.
Y que 8 de cada 10 salvadoreños dicen tener poca o ninguna confianza en la criptomonda impuesta por el gobierno, y menos aún que esta vaya a contribuir al mejoramiento de su economía familiar.
“Solamente el 5,8% de los encuestados considera que esta medida beneficiaría a la población, en la gran mayoría hay temores importantes como que el bitcóin tendrá un impacto negativo en la economía nacional; el 54,6% considera que aumentarán los precios de la canasta básica; el 43%, que empeorará la economía nacional y 34,7% que empeorará la economía familiar”, dijo el rector de la UCA, Andreu Oliva al presentar los resultados.
No obstante desde el diario El Salvador, medio de comunicación oficialista, celebraron la entrada de la criptomoneda y aseguran que la “la nación más pequeña de América hace historia hoy con la implementación de la ley que pone en curso legal al bitcóin, la criptomoneda más importante del mundo”.
¿Impacto en las remesas?
El presidente Nayib Bukele defiende su proyecto de bitcóin porque considera que la ley que entró en vigencia este martes abre una plataforma de oportunidades para los salvadoreños no solo dentro del territorio, sino también a los aproximados 2,5 millones de sus connacionales que trabajan en Estados Unidos y que envían remesas.
“Si tomamos en cuenta el impulso que dará la ley Bitcóin, la inyección de 30 dólares por persona en moneda deflacionaria, el fideicomiso del salario mínimo, el fideicomiso de reactivación económica y el no pago de comisiones por remesas, estoy seguro que la cifrá será mayor”, señaló el mandatario en redes sociales.
Según cifras del Banco Central de Reserva (BCR) en 2020 las remesas provenientes de Estados Unidos aportaron a la economía salvadoreña 5,9 millones de dólares sobrepasando el 20% del Producto Interno Bruto del país. Y en este 2021 la tendencia de crecimiento de esos flujos sigue en alza.
Luego de aprobada la ley en junio de este año sin discusión por parte de la Asamblea Legislativa dominada por el oficialismo, el gobierno salvadoreño dijo que la obligatoriedad en su uso quedaba a discreción de los usuarios, si aceptaban las transacciones con bitcóin o continuaban con la moneda en curso legal con el dólar de Estados Unidos.
Pero este lunes, en la víspera de su puesta en vigencia, mensajes cruzados desde el Ejecutivo generan contradicciones en cuanto al uso obligatorio para los comercios de descargar la billetera digital Chivo -operada por el gobierno- y verse obligados a aceptar bitcoines.
En días recientes el centro de sondeo del rotativo La Prensa Gráfica, LPG Datos, también midió el pulso a la aceptación o rechazo de la ciudadanía y dejó constancia de que la implementación de la Ley Bitcóin encuentra descolocados a los salvadoreños.
Según este centro de encuestas, el 65% de la población desaprueba el uso del bitcóin en un sondeo a nivel nacional realizado con una muestra de 1.506 personas entrevistadas en sus domicilios entre el 18 y 24 de agosto.
Para entonces el gobierno salvadoreño ya había impulsado una robusta campaña propagandística con el objetivo posicionar entre los salvadoreños las bondades de la criptomoneda. Los desembolsos para sufragar esas campañas con fondos de los contribuyentes no han sido revelados, aparte de los 205 millones de dólares destinados a implementar el uso del bitcóin.
Este martes entró en operaciones la red de cajeros sufragados por el gobierno y que serán operados por entidades privadas a las que se les ha concesionado el servicio para intercambiar las monedas a dólares con el fondo gubernamental para amortizar las fluctuaciones del criptoactivo en el mercado.
El Salvador apuesta por la legislación desoyendo a organismos multilaterales como el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional entre otros que han mostrado cautela organismos con los que tiene en discusión paquetes de endeudamiento en su abultada deuda que roza el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El Ejecutivo ha celebrado este martes el ingreso a su nueva etapa con el bitcóin como moneda de uso y anunció que había comprado 400 bitcoines al precio de 51.923 dólares cada uno para reforzar su economía, medios de comunicación independientes calcularon que el monto destinado para esa operación rondaría unos 20,7 millones de dólares de las arcas públicas.
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