¿Desearías realizar una misión suicida? ¿Qué objetivos te gustaría lograr en tu carrera como yihadista? ¿A quién debemos contactar en caso de que te conviertas en mártir? ¿Trabaja alguno de tus parientes o amigos en el gobierno? Si es así, ¿estaría él/ella dispuesto a cooperar o ayudarnos?
Estas son algunas de las preguntas de lo que básicamente es una solicitud de empleo en al-Qaeda, uno de los miles de documentos recuperados del complejo en el que vivía Osama bin Laden en Pakistán cuando un comando de los Navy SEALs lo mató en 2011.
Los documentos publicados este miércoles van desde cartas personales de Bin Laden a su hijo Hamza hasta llamados a matar estadounidenses y a acabar con Occidente.
“La misión de los muyajedines globales de hoy es matar unas cuantas decenas, o cientos, o miles de infieles de Estados Unidos y de los países occidentales en sus países y dondequiera que estén en el planeta”, establece una de los documentos.
Un funcionario de inteligencia que habló con la Voz de América en condición de anonimato, dijo que los documentos revelan las intenciones de al-Qaeda en ese momento.
“Bin Laden en ese momento de su muerte seguía enfocado en operaciones a gran escala, mientras otros líderes de al-Qaeda creían en operaciones más pequeñas o en incitar los ataques de terroristas solitarios que podían tener éxito en desangrar Occidente económicamente”.
Entremezcladas con sus mensajes de dominación mundial hay cartas dirigidas a Bin Laden por parte de sus operativos que son bastante personales, como una en que alguien escribe que no está seguro cómo sacar a su hijo Hamza de Irán, donde estuvo bajo arresto domiciliar, y llevarlo a su lado.
“Me da pena hablarle de esto”, comienza una de las cartas. “Usted es su padre y usted es el Amir y le vamos a obedecer. Pero tengo la sensación de que no sabe de la situación de seguridad aquí. Traté de encontrar la manera de enviarlo hacia usted por la vía principal, pero no pude encontrar una debido a los intensos procedimientos de seguridad y revisiones”.
Hay otra que parece ser de Bin Laden a su “queridísima y preciosa” madre, a la que le pregunta por su salud y si ha tenido algunos sueños o visiones. Otra carta es para su hija, Umm Mu’adh:
“¿Cómo estás y qué nuevas tienes? Por dios, te extraño tanto. Sí, extraño a mi devota hija”, escribió. “Añoro los días tan lindos que pasé contigo”.
Los documentos desclasificados también permiten conocer los intereses literarios del fundador del grupo terrorista, cuya imagen estaría más cercana a la de un viejo recluido en una cárcel —y que solicita lecturas a sus visitantes— que a la de un líder cuyas órdenes no eran discutidas.
Bin Laden resultó ser un ávido lector de, por ejemplo, Noam Chomsky, autor de dos de los 39 libros digitales en inglés que aparecen en la lista aportada por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional. Otras obras que el líder de Al Qaeda consultó durante sus días en Abbottabad fueron el libro del periodista Bob Woodward, Las Guerras de Obama; Cristiandad e Islam en España, 756-1031, de C. R. Haines; o Ascensión y caída de los grandes poderes, de Paul Kennedy.
Sorprendentemente, hay 19 títulos en francés, entre ellos un manuscrito sin publicar que se titula ¿Causó Francia la Gran Depresión? También un mapa de Irán con los sitios nucleares, documentos religiosos y material de otros extremistas violentos, a sí… y una guía del video juego “Delta Force Extreme 2”.