El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, inició este miércoles una visita a Brasil, la última de su recorrido por tres países del continente en aras de fomentar mayores vínculos con América Latina y el Caribe.
El vicepresidente sostuvo encuentros en Río de Janeiro con dirigentes de la petrolera brasileña Petrobras, con empresarios e inversionistas, y también visitará una favela.
El tema principal fue el intercambio de conocimientos en la industria energética, pero Biden también anunció que es portador de una invitación para que la presidenta Dila Rousseff visita Washington en octubre.
De Río de Janeiro, Biden viajará mañana a Brasilia para reunirse con la presidenta en momentos en que ambos países están enfocados en la posibilidad de incrementar sus lazos económicos y comerciales.
La importancia que Washington concede al gigante latinoamericano no sólo está dada porque EE.UU. es el segundo socio comercial de Brasil, después de China, y el mayor inversionista extranjero, sino porque el país es además una de las tres principales economías emergentes del mundo.
Como puntos principales en la agenda figuran la colaboración en materia energética dadas las enormes reservas marinas de crudo descubiertas en Brasil, y el intercambio de tecnología para explotarlas.
Biden y Rousseff también abordarían proyectos de desarrollo tecnológico y científico, la eventual exención de visas para los brasileños que viajan a EE.UU. y cómo podrían beneficiarse jóvenes de la nación suramericana con las 100 mil becas universitarias anunciadas por Washington para estudiantes latinoamericanos en el campo de las ciencias.
Biden debe concluir su visita a Brasil el viernes con una rueda de prensa en compañía del vicepresidente brasileño, Michel Temer.
El vicepresidente de EE.UU., que previamente estuvo en Colombia y Trinidad y Tobago, viaja al frente de una comitiva integrada además por la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y el subsecretario de Comercio para Asuntos Internacionales, Francisco Sánchez.
El vicepresidente sostuvo encuentros en Río de Janeiro con dirigentes de la petrolera brasileña Petrobras, con empresarios e inversionistas, y también visitará una favela.
El tema principal fue el intercambio de conocimientos en la industria energética, pero Biden también anunció que es portador de una invitación para que la presidenta Dila Rousseff visita Washington en octubre.
De Río de Janeiro, Biden viajará mañana a Brasilia para reunirse con la presidenta en momentos en que ambos países están enfocados en la posibilidad de incrementar sus lazos económicos y comerciales.
La importancia que Washington concede al gigante latinoamericano no sólo está dada porque EE.UU. es el segundo socio comercial de Brasil, después de China, y el mayor inversionista extranjero, sino porque el país es además una de las tres principales economías emergentes del mundo.
Como puntos principales en la agenda figuran la colaboración en materia energética dadas las enormes reservas marinas de crudo descubiertas en Brasil, y el intercambio de tecnología para explotarlas.
Biden y Rousseff también abordarían proyectos de desarrollo tecnológico y científico, la eventual exención de visas para los brasileños que viajan a EE.UU. y cómo podrían beneficiarse jóvenes de la nación suramericana con las 100 mil becas universitarias anunciadas por Washington para estudiantes latinoamericanos en el campo de las ciencias.
Biden debe concluir su visita a Brasil el viernes con una rueda de prensa en compañía del vicepresidente brasileño, Michel Temer.
El vicepresidente de EE.UU., que previamente estuvo en Colombia y Trinidad y Tobago, viaja al frente de una comitiva integrada además por la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y el subsecretario de Comercio para Asuntos Internacionales, Francisco Sánchez.