La condena “enérgica” a Rusia como promotor de una “injusta guerra de agresión” contra Ucrania y responsable de la actual crisis mundial, el apoyo incondicional a Kiev y los llamados a reforzar alianzas a pesar de las diferencias, estuvieron entre los principales temas este miércoles en la apertura de la segunda sesión de la 77ª Asamblea General de la ONU.
Latinoamérica estuvo representada esta mañana por el mandatario de Ecuador, Guillermo Lasso.
En una de las intervenciones más esperadas, el presidente estadounidense Joe Biden dirigió duras críticas hacia Moscú y Vladimir Putin, mientras enfatizó que la grave situación alimentaria global ha sido provocada por la actitud agresiva de Rusia y no por las sanciones impuestas a ese país. Biden rechazó el referendo convocado por Putin, al que acusó de violar las condiciones de “no proliferación del uso de armas nucleares”.
Biden también reafirmó la intención de que EEUU vuelva a adoptar la diplomacia y la cooperación como guía, insistió en que “no busca impulsar una nueva guerra fría” con China, defendió el papel de la ONU, apoyó la ampliación de la membresía del Consejo de Seguridad de la ONU y anunció una ayuda de 2.900 millones de dólares para paliar la crisis alimentaria actual.
El líder estadounidense se refirió a las violaciones de los Derechos Humanos en varias partes del mundo, entre ellos en Irán, mientras enfatizó que no permitirán que el país árabe obtenga armas nucleares. Antes, el presidente de Irán, Seyyed Ebrahim Raisi, había afirmado que fueron los Estados Unidos “los que pisotearon” el acuerdo nuclear internacional. “Hemos sido sumamente flexibles”, remarcó, mientras exigió garantías para que el país norteamericano no lo abandone.
La inmigración venezolana en Ecuador
Guillermo Lasso, el único mandatario latinoamericano en la primera parte de la sesión de este miércoles, llamó la atención hacia la crisis migratoria venezolana y pidió apoyo para su plan de regularización de los refugiados venezolanos en su país. Además, resaltó los esfuerzos de Ecuador, el tercer país del mundo en incautaciones de cocaína, por desarticular el tráfico de drogas, armas y personas.
La sesión sirvió de tribuna para varias naciones de África que pidieron apoyo a sus proyectos de desarrollo, más alianzas para impedir la profundización de la crisis y un alivio de la deuda a los países afectados por el COVID-19 y los conflictos.
El esperado discurso de Ucrania
La sesión vespertina trajo la esperada intervención del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, quien denunció las consecuencias que la invasión por parte de Rusia ha ocasionados en bajas humanas y en las condiciones económicas de su país.
Zelenskyy propuso un plan de acciones para poner mayores restricciones al gobierno de Valdimir Putin en la arena internacional que denominó la “Fórmula para la paz”, o “la fórmula de crimen y castigo” contra Rusia, y que está enfocado en cinco puntos fundamentales que van desde las restricciones de visado hasta un plan de restablecimiento de la seguridad.
“Los cinco elementos de nuestra fórmula serían: castigo ante la agresión, protección de la vida, restablecimiento de la seguridad y de la integridad territorial, garantías de seguridad y la autoderminación a la defensa propia”, dijo el mandatario al ser presentado por su canciller, Dmytro Kuleba.
Cuba, la seguridad en Haití y el trato a los inmigrantes en Centroamérica
Siguiendo la línea política de su gobierno, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla denunció en su intervención el embargo comercial de Estados Unidos contra la isla aunque también reconoció la decisión de Washington de retomar el procesamiento de visas de inmigrantes desde la sede diplomática en La Habana y se mostró abierto a restablecer vínculos con su ancestral enemigo.
“Cuba reitera la disposición de avanzar hacia un mejor entendimiento con el gobierno de Estados Unidos y desarrollar relaciones civilizadas e incluso, de cooperación entre ambos países sobre la base del respeto mutuo, la igualdad soberana y sin menoscabo de nuestra independencia y soberanía a pesar de profundas diferencias”, dijo Rodríguez Parrilla.
Por su parte el canciller de Republica Dominicana, Roberto Álvarez, centró buena parte de su exposición al tema de la crisis económica, política y de seguridad que se vive en Haití, al tiempo que pidió apoyo internacional para que de manera coordinada puedan enfrentar las bandas criminales que azotan a la pequeña nación caribeña.
El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, dijo que su país ha prestado especial atención a la crisis que vive Nicaragua, lo que ha traído una ola de inmigrantes que rebasa las posibilidades de su gobierno, y sin embargo, no les ha dejado en el abandono.
"Costa Rica nunca le ha cerrado las puertas a los inmigrantes", señaló Tinoco e informó que Costa Rica ha enfrentado el incesante flujo migratorio en el que ha dado cobijo a más de 400.000 nicaragüenses en los últimos años.
El canciller también exigió la atención internacional para lograr la liberación de los presos políticos en Nicaragua y el fin al acoso a la sociedad civil que ha emprendido el gobierno del presidente Daniel Ortega.
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