Cuando solo le quedan seis meses para llegar al término de su mandato en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estableció este lunes tres puntos fundamentales para reformar la Corte Suprema.
Estos son: establecer una enmienda que permita eliminar la inmunidad de los expresidentes, imponer un término de años de servicio para los jueces del alto tribunal y la creación de un código de ética más específico que el existente.
“El extremismo está socavando la confianza del público en las decisiones de la Corte”, apuntó Biden en un acto público en la biblioteca presidencial Lyndon B. Johnson en Austin, Texas.
El mandatario cumple inicialmente así la promesa de la semana pasada de enfocarse en trabajar hasta el último día de su mandato, luego de renunciar a seguir en la campaña para las elecciones de noviembre.
El acto tuvo lugar a propósito del sexagésimo aniversario de la proclamación de la Ley de Derechos Civiles de 1964, firmada por Johnson y que dio fin a la segregación racial en el país.
La propuesta del presidente demócrata conlleva una enmienda constitucional, por lo que afirmó: “Nadie está por encima de la ley”.
En ese sentido, pidió que no haya inmunidad para un expresidente porque cree que "debe responder ante la ley"
"Somos una nación de leyes no de reyes y dictadores", agregó al tiempo que se refería a su hasta hace poco rival electoral, el exmandatario republicano Donald Trump.
A inicios de este mes, un juez de Nueva York aplazó hasta el 18 de septiembre la sentencia de Donald Trump por cargos derivados del pago a una estrella del porno para que guardara silencio, después de que el expresidente de EEUU solicitara la oportunidad de argumentar que debería haber sido inmune.
La sentencia había sido fijada previamente para el 11 de julio, pocos días antes de que comenzara la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, el 15 de julio.
El proyecto de Biden requiere que sea impuesto un término de años de servicio para los magistrados que componen la Corte Suprema y recordó que EEUU es "la única democracia en el mundo que da términos vitalicios para los jueces de la Corte".
Finalmente, hace un llamamiento para que haya un código de conducta vinculante para la Corte Suprema, con el fin de que todos los jueces se expongan a un escrutinio por ingresos externos y determinados regalos, aunque la comida y otras "atenciones personales", como el alojamiento en la residencia de una persona, regularmente suelen estar exentas.
En noviembre, el Tribunal adoptó su primer código de conducta tras las revelaciones de que el juez Clarence Thomas había aceptado viajes no declarados de un rico benefactor.
También hubo informaciones este año de que unas banderas asociadas con los intentos del entonces presidente Trump de anular su derrota en las elecciones de 2020 ondearon frente a las casas del juez Samuel Alito en Virginia y Nueva Jersey.
En su intervención, Biden arremetió contra decisiones recientes por parte de la Corte Suprema como la derogación de Roe vs Wade (2022), el dictamen que otorgaba la libertad a las mujeres para el aborto sin tener que sortear demasiados obstáculos legales.
Por otro lado, el presidente también criticó el Proyecto 2025, la propuesta de reformas del ala conservadora -impulsada por The Heritage Foundation- y que promete reformar el gobierno federal en caso de que Trump vuelva a la Casa Blanca.
Biden dijo que la propuesta de derecha "ataca la vida estadounidense" pues, afirmó, entre otras intenciones persigue derogar el derecho a la ciudadanía por nacimiento para los hijos de los inmigrantes.
“La Corte Suprema está siendo usada como un arma”, zanjó Biden.
[Con información de The Associated Press y Reuters]
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