El presidente Joe Biden llegó en Arabia Saudita el viernes, donde tratará de cerrar una brecha entre los Estados Unidos y el reino en un momento en que las preocupaciones sobre los abusos de los derechos humanos se han visto eclipsadas por otros desafíos, incluido el aumento de los precios de la gasolina y la agresión iraní en el Medio Oriente.
Es la primera visita de Biden a Arabia Saudita desde que asumió el cargo y su primera reunión con el príncipe heredero del reino y presunto heredero al trono, Mohammed bin Salman.
La pregunta principal, importante mucho más allá del día, es si el presidente estadounidense de 79 años y la realeza saudita de 36 años pueden reafirmar la asociación estratégica de larga data entre sus dos países.
El futuro de la región, incluida la posibilidad de estrechar los lazos entre Arabia Saudita e Israel, así como el flujo y reflujo del suministro mundial de petróleo penden de un hilo.
La visita ya puede verse como una victoria para el príncipe heredero, conocido por sus iniciales MBS. Su ascenso al poder marcó el comienzo de una nueva era para el reino, ya que trabaja para construir una industria militar y de armas local, dejar de depender del petróleo para obtener ingresos y construir lazos con Israel y otras naciones como protección contra la percepción de que EEUU es un socio de seguridad menos confiable.
Biden se ha negado a hablar con MBS hasta ahora, y la reunión del viernes podría otorgar una mayor legitimidad al camino del príncipe heredero hacia el trono.
Se ha especulado mucho sobre la coreografía y la esencia de cómo Biden, quien como candidato presidencial había prometido tratar a los saudíes como un "paria" por su historial de derechos humanos, interactuaría con el príncipe heredero.
Biden se ha negado a decir si mencionaría el asesinato en 2018 de Jamal Khashoggi, un periodista residente en Estados Unidos y crítico del reino.
El año pasado, su administración aprobó la publicación de un hallazgo de inteligencia de EEUU que determinó que el príncipe heredero, conocido como MBS, probablemente aprobó el asesinato de Khashoggi.
La publicación del informe provocó una nueva ruptura en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita.
“Mis puntos de vista sobre Khashoggi han sido absoluta y positivamente claros. Y nunca me he callado al hablar de derechos humanos”, ha dicho Biden. “Sin embargo, la razón por la que voy a ir a Arabia Saudita es mucho más amplia. Es para promover los intereses de los EEUU, promover los intereses de los EEUU de una manera que creo que tenemos la oportunidad de reafirmar lo que creo que cometimos un error al alejarnos: nuestra influencia en el Medio Oriente”.
Se esperaba que Biden se sentara primero con el rey Salman antes de participar en una reunión más grande que incluiría al príncipe Mohammed y otros altos funcionarios saudíes, así como a los principales asesores del presidente.
[Con información de The Associated Press y Reuters]
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