El discurso sobre el Estado de la Nación pronunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue una alocución “claramente en clave electoralista” con el objetivo de evidenciar “los logros del gobierno” alcanzados en los últimos cuatro años y con la mirada puesta en los comicios de noviembre, según apuntaron varios analistas consultados por la Voz de América.
“Biden ha aprovechado esta oportunidad para hablar a los votantes estadounidenses y decirles que en estos casi cuatro años sí ha habido un progreso significativo en EEUU, que no solo se ha logrado reducir los efectos de la inflación, sino que se ha aprobado una política bipartidista, creando empleos bien remunerados”, señaló la analista política Yamila Pino.
Sin embargo, Jorge Martínez, portavoz de la organización conservadora Iniciativa Libre, considera que a pesar de que Biden intentó hablar de “logros”, en su opinión, no fue así.
“Lo que escuché no eran logros, porque Biden no ha logrado nada. Andaba pintando la economía como si fueran flores y rosas, pero no es así porque hoy estamos pagando más y recibiendo menos que cuando entró el presidente Biden a la Casa Blanca”, opinó.
Por su parte, la también experta en estrategia política Liz Rebeca Alarcón subrayó que Biden “venía a demostrar no solo lo que iba a decir, sino cómo lo iba a decir”, teniendo en cuenta que en las últimas semanas han habido voces que ponían en duda sus habilidades para cumplir cuatro años más de presidencia del gobierno debido a su edad.
“Pudo demostrar que está fuerte, que está lúcido, que puede salirse de un cronograma o de un guión e, incluso, hasta hacer chistes”, puntualizó.
Sin menciones directas a Trump
El mandatario estadounidense aspira a la reelección en los comicios de noviembre y, aunque falta la nominación oficial, Donald Trump será de nuevo su contrincante en la carrera presidencial. Sin embargo, Biden en ningún momento mencionó explícitamente el nombre de Donald Trump durante su discurso y se refirió a él como su “predecesor” o “mi presidente anterior”.
Para Alarcón esto formó parte de “una estrategia” bien pensada por el equipo del presidente Biden, una opinión que compartía Jorge Martínez, de la Iniciativa Libre, al considerar que el mandatario optó por esta opción “para no darle más luz al nombre del expresidente Donald Trump”.
“Esta era la noche de Biden. ¿Para qué nombrar al innombrable? ¿Para qué nombrar a una persona que lo que ha hecho ha sido burlarse del presidente y atentó hace cuatro años contra la democracia?”, se preguntó Pino, de opiniones más liberales.
El impacto de la economía en los hispanos
Acompañado por la vicepresidenta, Kamala Harris, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el presidente de EEUU, Joe Biden, lamentó haber recibido una situación económica “al borde del abismo”, aunque, según él, ha podido revertirla en estos cuatro años al frente de la Casa Blanca.
“Hemos creado 15 millones de empleos nuevos en solo tres años y el desempleo está en el punto más bajo en 50 años”, manifestó durante su intervención en el dicurso sobre el Estado de la Nación.
En esa línea, se refirió a las minorías, haciendo mención a “los hispanos, afroamericanos y asiático-americanos” al considerar que, gracias a este escenario, han podido impulsar sus propias empresas.
“Un récord de 16 millones de estadounidenses están iniciando pequeños negocios y cada uno es un acto de esperanza, hay un crecimiento histórico del empleo y del sector de pequeñas empresas para afroamericanos, hispanos y asiático-americanos”, recalcó que “la brecha de riqueza racial es la más pequeña en 20 años” y que “la inflación ha pasado del 9 % al 3 % y sigue bajando”.
A juicio del miembro de la Iniciativa Libre, “la realidad es que el presidente Biden tomó una economía que estaba creciendo al 6 %, con una inflación del 1 %”, algo muy diferente al panorama actual. “Ahora lo que tenemos es la economía creciendo a un 1 %, con una inflación al 4 %, es casi al revés”, comentaba el experto desde la ciudad fronteriza de McAllen, Texas.
En cambio, Yamila Pino cree que “Biden ha tenido grandes logros” en la cuestión económica. “No solamente las tasas de desempleo están muy bajas, sino que se han creado empleos bien remunerados, especialmente en comunidades de bajos ingresos, en comunidades latinas, dando se ha dado oportunidades a pequeños comerciantes”, exponía ella.
En esa línea, la analista Liz Rebeca Alarcón admitía que “son momentos difíciles los que estamos viviendo” pero quiso “poner en perspectiva” esta situación. “Cuando el presidente Biden tomó las riendas del país, estábamos en el medio de una pandemia, estábamos en el medio de una situación muy compleja”, justificó.
Una educación más accesible
Durante su discurso sobre el Estado de la Nación, que podría ser el último que pronuncie si no es reelegido en noviembre, Biden también abordó las políticas que ha implementado en la educación -perdonando miles de préstamos estudiantiles- con el objetivo de garantizar un mejor futuro para las próximas generaciones.
“Estoy conectando empresas y escuelas secundarias para que los estudiantes obtengan experiencia práctica y un camino hacia un trabajo bien remunerado, ya sea que asistan o no a la universidad”, indicó.
Con todo, aseguró que su intención es “hacer que la universidad sea más asequible”, volviendo a hacer alusión a las minorías. “Sigamos aumentando las becas para familias de clase trabajadora y clase media, y aumentemos nuestras inversiones récord en universidades e instituciones que sirvan a hispanos y otras minorías”, afirmó el mandatario.
Para la experta política Yamila Pino, esto no es más que una declaración de intenciones de lo mucho que le importa el avance de las minorías en este país. “Biden reconoce que la comunidad latina, la comunidad hispana, las minorías étnicas y raciales son muy importantes para el progreso económico, social, laboral de Estados Unidos”, comentó.
En cambio, Martínez dijo que Biden ha utilizado la educación con el único fin de “comprar votos”. “¿Cuándo es justo que alguien más pague la deuda de los préstamos que usted quiso? Yo saqué préstamos para ir a sacar mi maestría. Nadie más pagó por eso. Yo lo hice porque yo era responsable, porque yo sabía en qué me estaba metiendo. Entonces, aquí está mal el presidente”, dijo.
Con todo, Alarcón consideró que las políticas que ha presentado el presidente al respecto “luego se han demostrado que sí han beneficiado muchísimo” a las minorías, entre ellas las comunidades latinas. “Acuérdense que la esposa de Joe Biden es maestra, es educadora, es profesora, viene de ese mundo”, dijo convencida de que “ella ha influido en eso y me parece que no hay duda de que les importa este tema”.
La cuestión migratoria
El presidente Biden criticó a Trump por “hacer política y presionar a los miembros del Congreso para bloquear” el proyecto de ley migratorio y, al igual que hace unos días en su visita a la frontera en Brownsville, Texas, le reiteró su invitación para trabajar en conjunto en este tema.
“Únanse a mí para instar al Congreso a aprobarlo, podemos hacerlo juntos”, dijo. Aclaró que no va a “demonizar a los inmigrantes diciendo que envenenan la sangre de nuestro país”.
En ese sentido, también se comprometió a seguir una política que no contempla la separación de familias ni la prohibición al ingreso de personas por su religión. “Podemos pelear sobre la frontera o podemos arreglarla, yo estoy listo para arreglarla”, dijo, instando al Congreso a que le envíe el proyecto de ley fronterizo.
“A diferencia de mi predecesor, en mi primer día en el cargo presenté un plan integral para arreglar nuestro sistema de inmigración, asegurar la frontera y proporcionar un camino a la ciudadanía para los dreamers (“soñadores”) y mucho más”, argumentó.
“Es inaceptable seguir jugando con un tema tan serio y de tanta importancia para los estadounidenses como lo es la migración y la situación que estamos viendo en nuestra frontera”, indicó Pino, que lamentó que “el acuerdo que fue negociado cubría bastantes temas, pero tampoco cubría temas que necesitan ser abordados”.
Con todo, defendió que se debe “crear un sistema migratorio humano y justo, que le brinde seguridad y ayude a las comunidades indocumentadas en EEUU y, a la vez, nos ayude a atender la situación que hay en la frontera”.
“Así que la respuesta sigue siendo que tenemos que abordar el tema de seguridad fronteriza, pero a la misma vez no podemos normalizar el discurso de Donald Trump”, afirmó Yamila Pino.
Es la misma opinión que compartió la analista política Liz Rebeca Alarcón al señalar al Partido Republicano como el que “ha continuado el caos y que se ha negado a llegar a la frontera”.
“Después de su propio proyecto de ley que impulsaron los republicanos, de manera bipartidista, nunca antes visto después, se negaron a pasar su propio proyecto de ley”, criticó.
Sobre ese tema, el portavoz de la Iniciativa Libre consideró que estos movimientos no son más que “una hipocresía de Biden”. "¿Por qué no hizo esto los primeros dos años que tuvo él todo el control de la Cámara Baja? ¿Por qué apenas el mes de los últimos días de febrero y los principios de marzo comenzó a hablar de esto? Los republicanos tuvieron una legislación en la Cámara Baja para traer esa seguridad en la frontera. Él no hizo nada”, declaró.
Sin alusiones a América Latina
El presidente Joe Biden terminó su discurso sin menciones a Venezuela, Nicaragua ni otros países de la región, cuyos flujos migrantes que están entrando por la frontera sur proceden de esos países.
“Faltó que hablara de eso. Como latinoamericanista que soy, me indigna eso. Yo sí hubiese querido que se tratara más el tema”, dijo Alarcón mientras que Pino considera que la situación en Ucrania y en Gaza provocó que estos temas quedaran en segundo plano.
“Tenemos un conflicto en Ucrania y tenemos un conflicto palestino-israelí que está acaparando todos los titulares”, indicó.
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