El Papa Benedicto XVI solicitó el compromiso del nuevo director de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, para buscar soluciones concretas contra el hambre que sufren 1.200 millones de personas en el mundo.
Tras felicitarle, el pontífice expresó sus "más sinceros deseos por el éxito de su trabajo futuro, con el auspicio que la FAO pueda siempre más y mejor responder a las esperanzas de sus estados miembros y dar soluciones concretas a quienes sufren a causa del hambre y la malnutrición".
El pontífice recibió en audiencia a los participantes de la 37 Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, con la presencia de Graziano da Silva y el senegalés Jacques Diouf, director general hasta que Da Silva asuma el cargo el 1 enero de 2012.
"La alimentación es una condición que toca el fundamento del derecho a la vida: garantizarla significa actuar directamente y sin demora sobre los factores que en el sector agrícola pesan de un modo negativo sobre su tratamiento, sobre los mecanismos de distribución y sobre el mercado internacional", manifestó el Papa.
Benedicto XVI se refirió a las actitudes egoístas como causantes en numerosas ocasiones de la pobreza y el subdesarollo que "se traducen en la negación del derecho primario de cada persona a nutrirse y por tanto a ser libre del hambre".
Durante el encuentro, el máximo representante de la Iglesia reafirmó su apoyo a los esfuerzos de la FAO en sus planteamientos por un modelo de desarrollo que considere "la dimensión humana de cada iniciativa y que sea capaz de realizar una auténtica fraternidad confiando en el recuerdo ético de 'dar de comer al hambriento'''.
150 años de L’Obsservatore
El periódico de la Santa Sede cumple 150 años de vida, y el Papa Benedicto XVI anunció que promoverá la inserción de más mujeres en su elaboración, en un mensaje con motivo del aniversario.
Este "periódico de ideas", ha sido definido por el pontífice como un "órgano de formación y no solo de información" en respuesta al tiempo actual.
"Debe saber mantener fielmente la tarea desarrollada durante este siglo y medio, prestando atención a la investigación constante, a la amistad y colaboración con el judaísmo y con las demás religiones, al debate cultural, a la voz de las mujeres, a los temas bioéticos que plantean cuestiones decisivas para todos", escribió.